El ministro de Economía Sergio Massa, cosechó apoyo político de parte del Gobierno de Estados Unidos durante la visita de una semana que realizó al país del Norte, a lo que sumó también el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de otros organismos multilaterales y el anuncio de inversiones en la economía real con foco en 2023.
La gira -la primera de carácter internacional que realiza el ministro desde su asunción en el cargo en los primeros días de agosto pasado- tuvo su puntapié inicial con el anuncio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de la aprobación de préstamos por US$3.000 millones, de los cuales US$1.200 millones serán de libre disponibilidad e irán a acrecentar las reservas del Banco Central.
Este anuncio, potenciado por la conferencia conjunta que Massa brindó con el titular del BID, Mauricio Claver-Carone, fue una señal que potenció las expectativas existentes en el Banco Mundial, el FMI y el Club de París.
A lo que se sumaron las reuniones que mantuvo con inversores y analistas, y con el propio gobierno de Estados Unidos, debido a que todos miraban de cerca los números de las reservas y las medidas puestas en marcha por el ministro para frenar la crisis en la balanza de pagos en la que quedó atrapada el país en el invierno, en la que la invasión de Rusia a Ucrania tuvo mucho que ver debido a que disparó los precios de la energía.
Una tema que Massa buscó dejar en claro ante los funcionarios del Tesoro y del Departamento de Estado fue el impacto de la guerra en Ucrania, ya que en importaciones del rubro energía se fueron alrededor de US$5.000 millones.
En lo que respecta a la forma en que repercutió el conflicto en los ingresos previstos para el país, Massa señaló que Rusia tenía previsto otorgar un préstamo directo por US$6.200 millones a la Argentina a través del programa de apoyo bilateral entre miembros del FMI en DEG (la moneda del organismo), posibilidad que se vio frustrada con la guerra.
Algo similar sucedió con el swap con China, en donde se esperaban inicialmente US$8.000 millones de dólares que no llegaron también por el cambio de situación geopolítica a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania.
En lo que respecta a los organismos multilaterales, el Banco Interamericano de Desarrollo tenía trabados US$ 800 millones y créditos por desembolsar por otros US$ 900 millones, según los cálculos del ministro.
Este número ya había sido anticipado por Massa en la Argentina a los embajadores de los países que integran el G7 en un encuentro que tuvo a fines de agosto en Buenos Aires.
Durante su visita, Massa le transmitió al Gobierno de Estados Unidos y a los principales directivos del Fondo Monetario Internacional que la Argentina va a «cumplir» con las metas acordadas con el organismo, sin modificar el acuerdo firmado en marzo de 2022, algo que Kristalina Georgieva resaltó en el comunicado que distribuyó tras la reunión que mantuvo con el titular del Palacio de Hacienda.
Así las cosas, el respaldo del BID elevó el piso de las reservas y facilitó el avance de las negociaciones con el FMI para el cierre de las segunda revisión del acuerdo.
Otro organismo multilateral, el Banco Mundial, anunció que habrá desembolsos netos por US$400 millones de aquí a fin de año a lo que sumarán otros US$500 millones.
En rigor, con el Banco Mundial ingresarán US$ 900 millones que se reflejarán en las cuentas externas, que tienen como condicionalidad que la Argentina aporte una cantidad similar para el proyecto de inversión que se llevará a cabo.
El apoyo de otros organismos multilaterales, tras la pandemia y una vez comenzada la guerra entre Rusia y Ucrania, es uno de los pedidos que viene realizando el FMI desde hace meses y que el viaje de Massa a EEUU logró destrabar.
Durante la última semana casi todo el equipo económico completo y funcionarios del Banco Central mantuvieron de manera paralela reuniones técnicas con los organismos para llegar con los tiempos de las negociaciones.
El lunes, en su último día en Washington, Massa se llevó el compromiso de que habrá un «staff agreement» favorable al país «en los próximos días» para que pueda ser luego aprobado por el directorio del FMI.
A pesar de los esfuerzos hechos no se llegó cerrar el documento de rigor técnico ya que el mismo opera como una especia de contrato legal, que requiere el cumplimento de plazos para el visto bueno final.
Otra de las cosas que trae Massa a la Argentina como resultado de su visita son las inversiones que prometieron y ratificaron firmas automotrices, mineras y petroleras, con foco en 2023.