La Aduana denunció penalmente a una empresa por una serie de operaciones de exportación de aceite de soja declarado como ácido graso, con una reducción indebida de derechos de exportación «superior al 90%».
El procedimiento fue realizado por agentes especializados de la DGA-AFIP, y el organismo explicó en un comunicado que «tiene razones para creer que la empresa exportadora argentina y la importadora chilena pertenecen al mismo grupo económico, que mediante el ardid coordinado buscó evadir a varios niveles».
El aceite de soja había sido declarado como oleína, un producto de la industria química obtenido de reprocesamiento de aceites usados, y «los casos detectados y denunciados hasta el momento involucran movimientos de más de 80 toneladas», indicó la Aduana, que agregó que «toda la operatoria de la firma se encuentra bajo análisis».
Los precios declarados en las exportaciones de ácidos grasos se encuentran alrededor de un 30% por debajo de los oficiales fijados para las exportaciones de aceite de soja, pero por las diferencias en el tratamiento tributario de ambos tipos de mercadería, el organismo que dirige Guillermo Michel concluyó que «la reducción indebida de los derechos de exportación es superior al 90%».
«Asimismo, cabe añadir que la oleína cuenta con plazos más de diez veces mayores para ingresar las divisas de sus exportaciones al país», remarcó.
Luego de la denuncia, por orden del Juzgado Federal N° 1 de Mendoza se llevaron a cabo dos allanamientos -con la participación de personal de Gendarmería- sobre la firma involucrada y el despachante de aduana, en los que fueron secuestrados soportes informáticos, documentación y demás elementos de interés para la causa.
«Cabe resaltar que fue de vital importancia para la identificación de las maniobras el intercambio de información con la aduana chilena, tal como lo prevé el marco normativo SAFE de la Organización Mundial de Aduanas (OMA)», finalizó la DGA.