La querella de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamó este viernes que sean secuestrados los teléfonos celulares de las dos colaboradoras del diputado de Juntos por el Cambio Gerardo Milman que lo acompañaron el 30 de agosto en la confitería Casablanca cuando, según un testigo de la causa, habría hecho referencias al ataque que ocurriría dos días después.
Los abogados Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira presentaron un recurso de reposición ante el juzgado de María Eugenia Capuchetti para que «se ordene el inmediato secuestro de los celulares de (Ivana) Bohdziewicz y (Carolina) Gómez Mónaco», según surge del escrito al que accedió Télam.
Los abogados remarcaron allí que esa medida, a la que la jueza no hizo lugar el día que ambas colaboradoras de Milman fueron escuchadas como testigos, era la única que permitiría probar o descartar la línea de investigación que se abrió a partir de la declaración del testigo que mencionó al legislador.
El testigo, que es colaborador del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, aseguró ante la justicia haber escuchado a Milman decir, el 30 de agosto en la confitería Casablanca, que «cuando la maten» él estaría «camino a la costa».
Dos días después, el 1 de septiembre, se produjo el intento de homicidio a la Vicepresidenta cuando llegaba a su departamento del barrio porteño de Recoleta.