viernes 11, octubre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Hoy se cumplen 87 años, del natalicio de Dolly Rodriguez Almirón (Salvada por el Dr. Maradona)

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2 de Noviembre de 1935 – Nace Dolly Rodriguez Almiron, en la localidad de Guaycurri (Actual Estanislao del Campo), Provincia de Formosa.

Ella, tal vez, hubiera pasado por esta vida, siendo solo una persona más… O lo que es mucho peor, tal vez no hubiera nacido y se hubiera llevado consigo la vida de su madre… Pero ocurre que en el momento de su nacimiento, pasaba casualmente por ese lugar el Doctor Esteban Laureano Maradona.

Todo sucedió en un paraje llamado Guaycurri (hoy: Estanislao del Campo), en lo que una vez fue el Territorio Nacional de Formosa, un día 2 de Noviembre de 1935.

Mercedes Almirón, estaba sufriendo los efectos de un parto distocico desde hacía varios días, sus familiares se percataron que de seguir así, se perderían las dos vidas, pero a Aníbal Rodríguez, una idea le ilumina la mente al escuchar el silbato del tren, una luz de esperanza, lo último que se pierde… En su desesperación e impotencia y mezcla de miedo por perder a sus seres queridos, se dirigió rápidamente a la estación. Al llegar, abordo la formación y recorrió los vagones clamando por la presencia de un médico entre los pasajeros… Y lo encontró, por providencia, azar, destino, casualidad, causalidad, mera fortuna, viajaba en ese tren con rumbo a Tucumán, un hombre menudito que apenas pasaba el metro con cincuenta, pero bien plantado, humildemente vestido, cuya apostura no revelaba a un cirujano de guerra curtido en el campo de batalla (Guerra del Chaco –Paraguay contra Bolivia- 1932 a 1935) y a un médico con todas las de la ley. Un hombre de linaje patricio y heredero de vastas extensiones agrícolas. Un muchacho andariego, rebelde, con más sabiduría de la que trasuntaban sus años, un hombre que sin preguntas se dispuso a atender a la parturienta y a su beba nonata, que estaban agonizantes.

Y ese medico cumplió con su labor profesional, ese medico logro realizar el milagro de la vida (alguna vez Dolly declaro que nació muerta), la recién nacida era tan linda, que la quisieron bautizar como “muñequita”, pero ese nombre no estaba permitido. Increíble (o irónicamente), sí era posible bautizarla con ese mismo nombre, en su versión anglosajona. Así que la llamaron Dolly Rodríguez Almirón.

El resto es historia conocida, días más tarde, Maradona se disponía a continuar su viaje, pero en la desolación de esa estación enclavada en plena selva, se encontró con un grupo de gente que, enterada de la presencia de un doctor, le rogó que se quedara, porque había pocos médicos. Y le necesitaban. En todo el territorio formoseño sólo había dos médicos y un “habilitado” para oficiar de médico que, en realidad, era un veterinario, y sólo intervenía en caso de emergencias desesperadas. Tiempo después, Maradona escribiría: “Había que tomar una decisión y la tomé. El tren que me llevaba a Tucumán, donde vivía mi hermano, estaba a punto de arrancar. Yo estaba en el andén del paraje Guaycurri cuando vi muchas manos que se alzaban suplicantes y voces ininteligibles que me llamaban en idiomas diferentes. Entonces me subí a un sulky tirado por una mujer cincuentona muy preocupada y me dejé internar en la maleza. Poco después, como dijeron por allá, le había salvado la vida a una indiecita que después se me presentó como Mercedes Almirón (…) Un parto distócico había estado a punto de terminar con ella y con el bebé. Fue entonces cuando decidí perder mi pasaje en el tren y no volver nunca a las comodidades de mi consultorio en Buenos Aires. La bienvenida me la dieron indios, criollos y algún que otro inmigrante, todos enfermos, barbudos, harapientos. Yo mismo me di la bienvenida a ese mundo nuevo, aún a riesgo de mi salud y mi vida”.

Dolly Rodríguez Almirón, fallecio el 23 de Octubre de 2019, en la Ciudad de San Miguel de Tucumán.

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