Ramón Dupuy, el abuelo de Lucio Dupuy, el niño de 5 años asesinado en noviembre de 2021 en Santa Rosa, capital de La Pampa, y por cuyo crimen están siendo juzgadas su madre y la pareja de ésta, dijo hoy que es «algo aberrante e ilógico” lo que hicieron con su nieto, mientras que convocó a una movilización para el 26 de noviembre frente al Congreso Nacional al cumplirse un año del homicidio.
“Es algo aberrante e ilógico lo que hicieron con el cuerpito de Lucio», dijo Ramón, su abuelo, este mediodía al referirse a lo que sufrió su nieto cuando se encontraba al cuidado de su madre Magdalena Espósito Valenti, y a Abigail Páez, su pareja.
Espósito Valenti y Páez están siendo juzgadas como coautoras del crimen de Lucio, en un debate oral que se realiza en los tribunales de la capital pampeana y que tuvo como primer testigo al padre de la víctima, Cristian Dupuy, que es también querellante en la causa.
En diálogo con el canal Crónica TV, el abuelo de Lucio apuntó contra la justicia pampeana, más precisamente contra el Juzgado de Familia de General Pico: “Hasta el día de hoy la jueza del juzgado no me ha dado la palabra ni me explicó por qué le revocó la tenencia a Cristian. Lucio acá era feliz, estaba bien, iba a su jardín, tenía sus cosas, tenía su pieza para él solo con su placard, ropa y juguetes», señaló.
«¿Por qué me lo arrancó del seno familiar? Él tenía a la familia paterna y a la familia materna en General Pico, se violaron todos los derechos del niño», se preguntó Ramón, bajo visibles muestras de dolor.
El hombre contó que antes de que su nieto fuera asesinado, su hijo Cristian «se había puesto en pareja, y ésta asesina se enteró, y en plena pandemia empezó con siete denuncias falsas y una amenaza por teléfono, que nosotros ya presentamos».
“Se lo llevó a Lucio en una semana y pico a Santa Rosa y nunca más lo trajo a General Pico hasta pasados cuatro, cinco meses, que se lo deja ver a Cristian. Después de un año y tres meses, donde nada más lo vi dos veces a Lucio, lo trae muerto», recordó.
Por último, Ramón convocó a una concentración frente al Congreso de la Nación para el próximo 26 de noviembre, al cumplirse un año del asesinato de Lucio.
“Vamos a estar ahí e invito a toda la gente a que nos acompañen, para que nos escuchen, porque hay muchos niños lastimados, que están sufriendo y nosotros queremos cambiar eso, queremos que los chicos no sufran porque son el futuro», sostuvo Ramón.
El juicio, que empezó el pasado jueves a puertas cerradas ya que la víctima era menor de edad y se debate un delito contra la integridad sexual, comenzó el pasado jueves en la sede de la Ciudad Judicial de la capital provincial.
La madre de Lucio, Espósito Valenti, está del «homicidio triplemente calificado por el vínculo (por ser ascendiente) y con ensañamiento y alevosía; en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización, triplemente agravado por ser la guardadora al momento de los hechos, por ser cometido por dos personas y por existir convivencia con la víctima menor de 18 años, como delito continuado.»
Mientras que Páez fue acusada del mismo delito, pero con un agravante menos ya que no era familiar de Lucio, aunque, al igual que Espósito Valenti, también podría ser condenada a prisión perpetua.
Fuentes judiciales informaron a Télam que el debate se desarrollará hasta el 22 de diciembre y declararán cerca de 105 testigos.
El crimen de Lucio ocurrió el 26 de noviembre de 2021, cuando el niño murió a raíz de los golpes recibidos.
Por la muerte del menor detuvieron a su madre y a la pareja de ésta, quienes en un primer momento estuvieron alojadas en la seccional 6ta. de Santa Rosa, donde recibieron duras agresiones, por lo que luego las derivaron a San Luis.
Según la autopsia el niño «presentaba politraumatismos por golpes, mordeduras y quemaduras, de vieja y reciente data» y que el deceso se produjo por una «hemorragia interna», producto de las agresiones.
«En mis casi 30 años de profesión nunca vi algo así», había dicho a Télam el forense Juan Carlos Toulouse.
Tras la muerte de Lucio se determinó que el niño había sido asistido al menos cinco veces en un lapso de tres meses por politraumatismos en distintos centros asistenciales de La Pampa, aunque no había denuncias de profesional alguno al respecto, como así tampoco de las autoridades del jardín de infantes al que asistía.
Por tal motivo, se inició una investigación administrativa a nivel gubernamental para establecer responsabilidades de funcionarios en la omisión de denuncias que pudieron haber evitado este desenlace.