Con apenas un sobreviviente de la histórica conquista en Sudáfrica 2010, el seleccionado de España se presentará en el Mundial de Qatar enfocado en recuperar protagonismo de la mano de una nueva de generación de jugadores moldeados por los criterios de la refundación del fútbol nacional iniciada a principios del siglo XXI.
En su mayoría, los futbolistas españoles al mando del entrenador Luis Enrique desarrollaron su etapa formativa después de la llegada del técnico Luis Aragonés a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en 2004, lo que impuso una nueva filosofía con grandes resultados.
Desde entonces, la selección española abandonó el tradicional estilo aguerrido de su fútbol, que le valió el apodo de «La Furia», por una propuesta basada en la tenencia del balón, el pase y la ambición ofensiva, un aspecto que también se constata al momento de la presión tan cerca del arco rival como sea posible.
Con el nuevo ADN implantado por el «Sabio de Hortaleza» y tras la frustración de Alemania 2006, España comenzó la etapa más virtuosa de su historia a nivel selección, a caballo de una camada de futbolistas excepcionales en todos los ámbitos: psicológico, técnico y táctico.
La conquista de la Euro 2018 fue el primer mojón de un ciclo que continuó con lucidez Vicente Del Bosque con la conquista de la primera Copa del Mundo en Jonhannesburgo mediante el eterno gol de Andrés Iniesta en el tiempo agregado de la final ante Países Bajos.