El cántico de la hinchada argentina, suprimida la estrofa que vaticina un nuevo campeonato, aplica al seleccionado de Canadá, que cumplirá en Qatar 2022 su segunda participación mundialista a 36 años de su único antecedente en México ’86.
El conjunto norteamericano tiene todo para crecer en Medio Oriente en la medida que ocupó el último puesto en tierras aztecas con un pleno de derrotas y sin marcar goles.
Sus verdugos fueron la Francia de Michel Platini (0-1), Hungría (0-2) y la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) (0-2). El saldo de anotaciones lo dejó por debajo de Irak, que también cayó en todas las presentaciones por el Mundial que transformó en leyenda a Diego Armando Maradona.
En aquella oportunidad, Canadá asistió con un plantel de amplia base extranjera, compuesto por jugadores que practicaban fútbol en la Major Indoor Soccer League (MISL), un fútbol rápido en cancha reducida y techada, con alfombra sintética en lugar de césped.
El pasaje al deporte regulado por la FIFA no resultó nada sencillo para aquel equipo dirigido por el británico Tony Waiters, que también clasificó al seleccionado a los Juegos Olímpicos Los Ángeles 1984.
