La octava presencia que significará Qatar 2022 ratifica a Camerún como el país africano de mayor tradición en la Copa del Mundo de la FIFA con dos ediciones más que Nigeria, Marruecos y Túnez, sus escoltas en la tabla continental de participaciones.
Los «Leones Indomables», protagonistas de momentos imborrables en la historia de la competencia, volverán al mapa mundialista después de ausentarse en Rusia 2018 y gracias a una clasificación agónica ante Argelia en una de las finales de las Eliminatorias de la Confederación Africana de Fútbol (CAF).
En Italia ’90, ocho años después de su debut absoluto, Camerún generó un cambio en la mirada sobre las selecciones de su continente con una actuación para el recuerdo. En el partido inaugural, dio la nota al vencer a la Argentina de Carlos Bilardo y Diego Maradona, que iniciaba la defensa del título logrado con brillantez en México ’86.
Después del histórico gol de Francois Oman Biyik a Nery Pumpido y de los bailecitos de Roger Milla en los tantos a Rumania y Colombia, la campaña siguió su curso hasta cuartos de final, instancia en la que resultó despedido por Inglaterra en tiempo suplementario.
La octava presencia que significará Qatar 2022 ratifica a Camerún como el país africano de mayor tradición en la Copa del Mundo de la FIFA con dos ediciones más que Nigeria, Marruecos y Túnez.
Aquella presentación todavía representa una de las mejores de África en toda la Copa del Mundo, solo equiparada años más tarde por Senegal en Corea-Japón 2002 y por Ghana en Sudáfrica 2010.
Los Mundiales posteriores a Italia no fueron lo mismo para Camerún porque en todos quedó eliminado en la fase de grupos (Estados Unidos ’94, Francia ’98, Corea-Japón 2002, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014).
En Qatar 2022 vuelve de la mano de una histórica figura, el exdefensor Rigobert Song, que junto a Samuel Eto’o, ostenta el privilegio de haber disputado cuatro Copas como futbolista (1994, 1998, 2002 y 2010).
Justamente Eto’o, hoy presidente de la Federación de fútbol del país, le brindó la oportunidad de vivir una quinta experiencia pero como entrenador, al designarlo para el cargo en reemplazo del portugués Toni Conceicao.
Song, de 46 años, tomó el desafío después de superar un aneurisma que lo puso al filo de la muerte en 2016. Estaba en su casa de Yaoundé cuando cayó fulminado al piso y su perro alertó a los vecinos con ladridos desesperados.