El juicio oral donde se investiga el homicidio de Lucio Abel Dupuy giró hoy alrededor de las pericias que dos psicólogas y dos psiquiatras forenses realizaron sobre las acusadas, Magdalena Espósito Valenti y su pareja Abigail Páez, al entrevistarlas el 4 de febrero en el Complejo Penitenciario 1 de San Luis, donde estaban detenidas.
Con estas declaraciones ya son 44 los testigos que hablaron frente a la jueza Alejandra Ongaro y los jueces Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora, al concluir la cuarta semana del debate. El niño de cinco años murió el 26 de noviembre del año pasado y el hecho se produjo en el departamento que él compartía con su mamá, Espósito Valenti, de 25 años, y Páez, de 28.
La primera está acusada por el Ministerio Público Fiscal de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal y oral; agravado por ser la ascendiente (progenitora), por ser cometido por dos personas y por existir convivencia entre ella y la víctima menor de 18 años; todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía.
A la segunda se le imputó abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal y oral; agravado por ser la guardadora al momento de los hechos, por ser cometido por dos personas y por existir convivencia entre ella y la víctima menor de 18 años; todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ensañamiento y alevosía.
La querella particular, ejercida por el abogado José Mario Aguerrido –en representación de Christian Dupuy, padre de Lucio– le agregó a esos agravantes que el homicidio fue cometido por odio de género.
Hoy estuvieron presentes en la sala el fiscal general Máximo Paulucci, las fiscales Verónica Ferrero y María Mónica Rivero, las defensoras públicas Silvina Blanco Gómez y Paula Arrigone (por Espósito Valenti); el defensor público Pablo De Biasi (por Páez); la asesora de Niñas, Niños y Adolescentes, Graciela Massara; y personal de la Oficina Judicial. También asistió a pedido de Aguerrido, y a raíz de la temática tratada, la psicóloga de parte Lorena Roggero, que ya declaró como testigo a requerimiento de la querella.
PERSONALIDADES
La primera psicóloga en testificar, a lo largo de sesenta minutos, fue la que entrevistó durante cinco horas a Páez en San Luis. Con ella mantuvo una entrevista clínica forense y otra de técnicas de evaluación diagnósticas para luego redactar las conclusiones de la pericia.
Si bien Ferrero comenzó preguntándole, los más insistentes fueron Aguerrido y Blanco Gómez. Uno porque en su alegato de apertura incorporó a la acusación del M.P.F. el agravante de odio al género masculino, y otra porque el informe psicológico estaba referido a su defendida.
¿Sobre qué temas interrogaron a la profesional? La fiscalía le solicitó que explicara varias de las frases incluidas en las conclusiones de su informe y le pidió que reconociera el escrito incorporado al expediente. También quiso saber cómo fue la conducta de la imputada durante las entrevistas y qué características tuvieron sus relatos.
La querella apuntó a saber qué sentimientos tenía Páez sobre Espósito Valenti y Lucio, si existió relación entre la masculinidad y el hecho, porqué la madre decidió traer a su hijo desde General Pico, cómo era la dinámica y quién mandaba en la pareja, y si tomaban decisiones en forma conjunta, entre otras cuestiones.
Blanco Gómez le preguntó a la psicóloga si irritabilidad es sinónimo de perversión, si la violencia tiene género, si pudo advertir en Páez sentimientos de odio y además la consultó acerca de de conductas conscientes e inconscientes. También quiso saber si la entrevista fue grabada e interrogó sobre dichos de su colega Roggero cuando habló como testigo.
CUARTO INTERMEDIO
Después de un cuarto intermedio se sentó frente al Tribunal el psiquiatra forense que participó, junto a la psicóloga, de la entrevista clínica a Páez. Lo suyo fue breve, ya que luego de afirmar que le realizó el examen mental obligatoria a la acusada, respondió unas pocas preguntas de Rivero y Blanco Gómez acerca de su conducta y estado de ánimo durante las entrevistas y si sufre o no alteraciones mentales.
A continuación fue el turno de la psicóloga forense, que junto a otro psiquiatra forense, peritó a Espósito Valenti en la cárcel puntana. Ella también realizó las dos entrevistas –una de clínica forense y otra de técnicas de evaluación– para entregarle a los investigadores un informe sobre el perfil psicológico de la imputada.
Ferrero, Aguerrido, De Biasi y Massara fueron sus interrogadores. Algunas consultas se asimilaron a las formuladas a la primera testigo. Indagaron sobre cómo era la forma de vincularse de la acusada con su hijo y Páez, cuáles eran las características de la pareja, cómo afrontaba su maternidad, cómo era la relación con Christian Dupuy, si se la vio angustiada, si mostró un sentimiento de odio, si rechazaba a Lucio y si para redactar el perfil psicólogico era imprescindible que viajara a San Luis o bien pudo hacerlo si otra profesional hubiera entrevistado a la acusada.
El cuarto y último testigo de la undécima jornada del juicio fue el psiquiatra forense que acompañó a la psicóloga en las dos entrevistas a Espósito Valenti. Él también se refirió a la imputabilidad o no de Espósito Valenti.
Las preguntas estuvieron a cargo de Rivero, De Biasi y Massara. El profesional respondió consultas acerca de agresividad, manipulación, trastornos de personalidad, etc.
Las próximas audiencias serán el lunes 5, martes 6 y miércoles 7.