Un grupo de padres presentó una denuncia penal en sede policial contra una empresa de eventos por la intoxicación que sufrieron personas durante una fiesta de egresados, vinculada presuntamente a la ingesta de alimentos en mal estado. La causa ya está en manos de la Fiscalía de Delitos contra las Personas.
La denuncia se radicó ayer en horas de la siesta, alrededor de las 14, por un grupo de padres en la Seccional Primera. «Vino un grupo de cuatro personas y denunciaron que se intoxicaron en una fiesta que hicieron en la Luther King, en la bajada del Domingo Savio» que ocurrió el 2 de diciembre, relataron las fuentes policiales.
La denuncia apunta contra la empresa de eventos, que ya estuvo en el ojo de la tormenta debido a que fue muy cuestionada por las familias de distintos colegios. «Ya se le dio intervención a la Fiscalía de Delitos contra las Personas», señalaron.
La causa es investigada por la fiscal Cecilia Martini y se solicitó la intervención de Sanidad Policial respecto de las personas que fueron a denunciar y sus familiares, para determinar lesiones y estado de salud. Fuentes judiciales consultadas estimaron que los siguientes pasos serían «solicitar información al municipio para ver la normativa a aplicar, informes a Bromatología y se requerirá a los centros médicos las constancias de las personas atendidas, entre otras medidas que en el transcurso de la investigación la fiscal considere pertinente».
Desde el Ministerio de Salud habían informado que hasta el momento encuestaron a 399 personas, de las cuales el 84 % presentó síntomas. «Hubo 12 personas internadas, la mayoría ya recibió el alta», indicaron.
SIN POSTRE
En los últimos días el dueño de la firma se reunió con grupos de familias de distintos colegios. El pasado miércoles hubo una con padres y madres del María Auxiliadora, que realizarán hoy su evento. En ese marco, hubo cruces y acusaciones contra el empresario, principalmente por la comida.
Finalmente, optaron por desistir de la comida si no había garantías concretas de su buen estado. «El que quiera puede comer antes de ir a la fiesta o puede traerse algo para cenar acá», fueron las dos opciones prioritarias que se barajaron.
Otro aspecto que reveló uno de los asistentes es que aparentemente el titular de la firma de eventos habría alquilado el salón durante noviembre y diciembre, por lo que muchos de los eventos «recaen sobre él» ante la falta de salones con esas dimensiones. Además de la comida, la preocupación estaba puesta en lo económico, debido a que no se sabe qué va a ocurrir con el dinero invertido.
Durante el miércoles por la noche, la empresa que tenía a cargo la mesa dulce, uno de los pocos servicios que se mantenía en pie junto al brindis, decidió no involucrase. «Como consecuencia del brote epidemiológico de público conocimiento en dónde nuestros productos se ven involucrados por encontrarse en el mismo momento, encontrándose todavía en investigación el origen del hecho es que resolvemos desde la empresa aguardar la conclusión del caso y la expedición de la autoridad sanitaria competente en cómo proseguir. El criterio adoptado y coincidente es que hasta tanto no lo autoricen explícitamente no suministraremos nuestros productos para dichos eventos», indicaron desde la firma.
SIN HABILITACIÓN
Familias del Colegio María Auxiliadora manifiestaron su «extrema preocupación por la situación suscitada en las Fiestas de Egresados de los colegios Normal, Liceo Informático y Domingo Savio donde un número muy importante de asistentes sufrieron intoxicación». A su vez, plantearon que su «miedo y preocupación» surgió debido a que «todos estos colegios, al igual que nosotros, hemos contratado el mismo servicio de catering», el cual provee una empresa local de eventos.
«Como nuestra fiesta es este próximo viernes 9 de diciembre solicitamos por medio de la presente la intervención de las autoridades de Bromatología de la Municipalidad de Santa Rosa y del Ministerio de Salud de modo de tomar las medidas necesarias, junto a la empresa de catering, para preservar la salud de todos nosotros», agregaron.
CONTROL MUNICIPAL
Fuentes municipales explicaron cuál es el rol de la comuna santarroseña en estos casos. «Se trata de fiestas privadas con lo cual los organizadores piden autorización para llevarla adelante al municipio. Éste controla el lugar donde se va a hacer, si tiene habilitación y las condiciones bromatológicas del lugar», señalaron.
Si la empresa de eventos «les ofrece un servicio de catering o no, es un acuerdo entre privados. Todo servicio de catering tiene que contar con una habilitación, que la otorga el municipio, pero si el organizador contrata a un servicio que no cuente con esa habilitación, ya no es responsabilidad del municipio». En ese sentido, aclararon que la comuna autorizó «la realización de las fiestas porque el lugar donde se hacen está habilitado para eso y el organizador de eventos tiene una habilitación para eso. Todo lo demás es entre privados».
Las fuentes consultadas aclararon que tanto el lugar como el evento cuentan con la habilitación «como organizador de eventos», pero no «como catering, si quisiera hacerlo hacerlo en alguna de las fiestas que organiza tendría que subcontratar». Ante casos como estos, las familias -que son las que contrataron- «tendrían que demandar» y así se determinaría «si el organizador contrató un catering habilitado o no».