Los ocho rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años asesinado a golpes en enero de 2020 a la salida de un boliche en la localidad balnearia bonaerense de Villa Gesell, serán juzgados desde el próximo lunes en la ciudad bonaerense de Dolores, en un proceso que se desarrollará en plena feria judicial, que incluirá cerca de 150 testigos y en el que se prevé la presencia de los imputados a lo largo de cada una de las audiencias.
Estos son los ocho rugbiers que serán juzgados y los tres que fueron sobreseídos durante la instrucción de la causa:
Máximo Thomsen (23): Nació el 27 de noviembre de 1999 y sus allegados lo apodan «Machu». Se formó como rugbier en el Arsenal Zárate Rugby y jugaba en el Club Atlético San Isidro desde 2017, pero fue suspendido como socio tras conocerse su detención por el crimen de Fernando. Era estudiante en el profesorado de educación física y quería ser kinesiólogo de alto rendimiento.
Fue sacado por la fuerza del boliche «Le Brique» de Villa Gesell y está señalado por la justicia como quien quien le dio la patada mortal en la cabeza a Fernando cuando estaba «de rodillas sobre el suelo» y quien dijo a viva voz: «Quédate tranquila que me lo voy a llevar de trofeo».
Ciro Pertossi (22): Nació el 8 de mayo de 2000. Es uno de los rugbiers a quien la Justicia le atribuye mayor responsabilidad en el crimen, ya que fue reconocido por al menos tres testigos «como el sujeto que le pegó a Fernando cuando ya estaba en el piso, en su cabeza, cara, y pecho». Imágenes aportadas a la causa lo muestran «chuparse los dedos» con sangre cuando es interceptado por personal policial. Además fue quien, casi una hora y media después del ataque, escribió en el grupo de WhatsApp que compartía con el resto del grupo: «Chicos, no se cuenta nada de esto a nadie». Es hermano de Luciano Pertossi y primo de Lucas Pertossi, otros dos acusados.
Lucas Pertossi (23): Nació el 25 de febrero de 1999, es el mayor del grupo. La fiscalía determinó que filmó con su iPhone la secuencia del ataque, desde que fueron expulsados del boliche hasta que él mismo dejó de grabar la golpiza para agredir a un amigo de Fernando. Diez minutos después del ataque, envió un audio al resto de los rugbiers: «Estoy acá cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia… caducó».
Luciano Pertossi (21): Nació el 29 de enero de 2001. Fue reconocido por testigos como uno los agresores de Fernando. En las filmaciones se ve cuando participa de la golpiza a Fernando.
Matías Benicelli (23): Nació el 5 de noviembre de 1999. Fue quien abrió la puerta a la policía a las 10.30 del 18 de enero de 2020, cuando se ordenó la aprehensión del grupo en la casa que alquilaba en Villa Gesell. Un testigo lo ubicó como «agresor directo» de Fernando, al menos otro lo situó «agrediendo también a un amigo» y un restante lo identificó como quien le gritaba a Fernando «a ver si volvés a pegar, negro de mierda».
Enzo Comelli (22): Nació el 25 de febrero de 2000. Al ser detenido presentaba un «hematoma sobre el labio inferior» y, según la fiscalía, «premeditadamente» agredió a Fernando «junto con los restantes imputados, previo repartirse roles para agredir físicamente a la víctima y posteriormente matarla».
La fiscalía estableció que fue quien «le propina en la secuencia fílmica golpes a otros sujetos masculinos que se encuentran en el piso y luego observa de cerca la golpiza que recibe la víctima».
Blas Cinalli (21): Nació el 18 de abril de 2001, y, según la imputación, «existen sendos elementos probatorios» para atribuirle «una participación criminal esencial en la comisión del hecho» y como «agresor directo de Fernando». En el requerimiento para la elevación a juicio se constató que «golpea a unos sujetos que se encuentran en el piso»