domingo 1, diciembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Dos mujeres podrían sacar de la cárcel a Robledo Puch

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El criminal más famoso del país firmó su consentimiento para vivir en un asilo de ancianos. Dos mujeres serían sus garantes. La justicia debe decidir si se cumple el vencimiento de la pena y lo deja libre.





«Algún día voy a salir y los voy a matar a todos», dijo Carlos Eduardo Robledo Puch minutos antes de ser condenado a reclusión perpetua por tiempo indeterminado, el 27 de noviembre de 1980. El asesino más famoso de la Argentina lleva 50 años preso y podría salir en libertad luego que firmara su consentimiento para que dos mujeres sean sus garantes y pueda vivir en un asilo de ancianos.

Puch tiene 70 años y está recluido en la cárcel de Olmos. Entre 1971 y 1972 asesinó a 11 personas por la espalda o mientras dormían. Los camaristas de San Isidro que llevan su caso se negaron año tras año a darle la libertad al considerar que seguía siendo un peligro para la sociedad. Según confirmaron fuentes judiciales, dos mujeres que están a cargo de un asilo de ancianos, aceptaron ser garantes y tener a Robledo en el hogar. Durante las últimas horas, él dio su consentimiento.

Según algunas versiones, las mujeres habrían intercambiado cartas con el criminal durante los últimos cuatro años y así llegaron a formar una amistad. Puch no viviría en su casa. Estaría en un asilo de ancianos ubicado a media cuadra de su vivienda. Además, un sacerdote que le brindaría contención espiritual.

Ahora, la palabra la tienen los jueces de la Sala 1 de Apelaciones de San Isidro, Oscar Roberto Quintana y Ernesto García Maañón, quienes deberán decir si se cumple el vencimiento de la pena y se otorga la libertad al preso más famoso del país. El escrito fue presentado por Jorge Alfonso, el nuevo abogado de Robledo Puch y se espera que en las próximas horas la justicia resuelva si lo deja en libertad.

Desde 2019, el «Ángel de la Muerte» (como llamó la prensa en los ’70), se encuentra recluido en la Unidad 26 de Olmos. Se trata de una cárcel que no tiene muros sino un alambrado perimetral y solo aloja internos que no cumplen condenas por delitos graves o están próximos a recuperar la libertad. En su mayoría, los presos superan los 60 años.

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