La explanada de la zona arqueológica de Chichén Itzá, en México, se volvió a convertir en un lugar de «castigo», después de que varios turistas insultaran y golpearan a un visitante originario de Polonia que subió las escalinatas del Castillo de Kukulcán, violando las reglas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Un individuo castigó al polaco golpeándolo con un palo por su osadía, mientras varios se cuestionaron su actuar, al ser una estructura prehispánica considerada una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno. «El turista que subió, este sábado 28 de enero, sin permiso la escalinata poniente del Castillo fue detenido y después de 12 horas de arresto administrativo fue puesto en libertad», dijo José Arturo Chab Cárdenas, titular del Centro INAH-Yucatán, sobre la primera acción de ese tipo en 2023.
El 21 de noviembre pasado, una mujer de Tijuana subió al Castillo y varios visitantes la zarandearon, la empujaron, arrojaron agua e insultaron, pero las autoridades no informaron del castigo aplicado. En esa ocasión, la Secretaría de la Cultura del Gobierno mexicano solo emitió un comunicado informando de que no hubo daños al majestuoso edificio prehispánico, considerado por los mayas como un templo en honor a Kukulcán.