El Gobierno nacional decidió aplicar una multa de $1.000 millones a Edesur por la mala calidad del servicio que presta y analiza la posibilidad de tomar a su cargo la gestión operativa de la distribuidora de electricidad, sin que esto implique la estatización de la compañía.
“Podría ser una intervención de gestión sin afectación de capital. El ENRE está trabajando una propuesta con la Secretaría de Energía”, dijeron esta tarde a Télam fuentes del Ministerio de Economía.
La cuestión fue analizada este mediodía durante una reunión que mantuvieron en Casa de Gobierno el presidente Alberto Fernández y el titular del Palacio de Hacienda, Sergio Massa.
Al cierre de la jornada, desde el Palacio de Hacienda señalaron que Massa instruyó a la Secretaría de Energía y al Ente Nacional Regulador de Electricidad (ENRE) para que apliquen una multa de $1.000 millones a Edesur por las deficiencias de calidad en el servicio que presta.
A esto se sumará la implementación de mecanismos necesarios para devolver la totalidad de la factura abonada durante el último mes a los usuarios que hayan sido víctimas de cortes superiores al promedio establecido en el contrato. También se habilitará un ámbito de reclamo por daños a electrodomésticos domiciliarios.
Massa también determinó la puesta en marcha de una veeduría con auditoría en la que se convocará a participar a la Universidad de Buenos Aires (UBA) para revisar el valor de activo regulatorio, el cumplimiento del régimen de inversiones, los tiempos de respuesta a los usuarios y calidad en el servicio de transmisión de toda el área de Edesur.
En lo que respecta a la posibilidad de intervenir la empresa, desde el Ministerio de Economía dijeron que la medida que se encuentra bajo análisis en principio no comprendería la baja de la concesión de Edesur, en la que la firma italiana Enel tiene la mayor parte de las acciones.
A media tarde, luego de que trascendiera la medida que se encuentra en análisis, el jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, propuso que los municipios del área de operación de Edesur se hagan “cargo de la compañía” de distribución de electricidad.
“Los municipios responsables de la zona de influencia de Edesur creemos que llegó la hora de tomar cartas en el asunto”, señaló en su cuenta en la red social Twitter el exintendente de Lomas de Zamora.
“Queremos armar un consorcio y ofrecer, dentro de las reglas de mercado, hacernos cargo de la compañía pagando lo que vale”, agregó el funcionario bonaerense.
En esa línea, indicó que su propuesta es hacerse “cargo de Edesur preservando en poder de los municipios el valor de los activos regulatorios y poniéndonos al frente de la inversión que hace falta para terminar con la desidia de esta empresa”.
El nuevo cortocircuito con Edesur cobró fuerza a fines de la semana pasada tras los cortes de luz que afectaron a cientos de miles de usuarios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), con zonas que se encuentran sin servicio desde hace cuatro días.
El domingo pasado, el interventor del Ente Nacional de Regulación de la Electricidad (ENRE), Walter Martello, anticipó que el Gobierno analizaba la caducidad de la concesión Edesur debido a la falta de suministro de miles de clientes.
En la misma línea, la secretaría de Energía, Flavia Royon, afirmó: «No nos va a temblar el pulso si eso implica tener que terminar el contrato de concesión del servicio de distribución eléctrica a cargo de la empresa Edesur».
Por otra parte, esta mañana, Martello rechazó los argumentos que dio la distribuidora Edesur en una solicitada para justificar los cortes de luz que de los últimos días.
“Hoy la empresa Edesur del grupo Enel publica una solicitada haciendo referencia a la situación extraordinaria de las altas temperaturas del día viernes. El gráfico es de hace unos minutitos o sea cinco días después y 20 grados menos de temperatura”, subrayó Martello.
Así se refirió al gráfico publicado por la distribuidora donde queda demostrado que a las 8.10 todavía había 15.000 usuarios de Edesur sin suministro de energía eléctrica, cuando la temperatura no llegaba a los 23 grados.
En la solicitada, la compañía eléctrica sostuvo que “febrero se presentó como el más caluroso de los últimos 60 años”, y señaló que “el pasado viernes 10, a las 13.45, Edesur registró un récord histórico de demanda de energía de 4.181 megavatios (MW)”.
Además, la firma aseguró que “a las 13.54 el operador del sistema de alta tensión del Gran Buenos Aires (Sacme) pidió a Edesur realizar cortes a clientes, tras informar que la generación de energía para la zona sur del conurbano bonaerense resultaba insuficiente”.
“Producto del pedido de Sacme, se realizaron cortes preventivos a unos 180.000 clientes, que equivalen a 250 MW, entre las 14 y las 17. El 70% fue normalizado a las 16”, afirmó la distribuidora.
Precisó que “después de esta hora, permanecieron sin suministro cerca de 37.000 clientes asociados a desperfectos ocasionados por la ola de calor, que fueron recuperando el suministro a lo largo de la tarde y la noche”.
Sobre este punto, el ENRE explicó que «Cammesa, el operador del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), confirmó que no solicitó ningún corte en ninguna de las áreas o regiones del país dado que el pico se operó con reservas óptimas».
Asimismo, señaló que «Sacme, el operador de la red de alta tensión de Edenor y Edesur, informó que ordenó restricciones por caídas de tensión en las redes de 220 y 132 kilovoltios (kv) y saturación de equipos de transporte».
Además, puntualizó que «el Grupo Enel cuenta con más de 1.500 MW fuera de servicio por indisponibilidades no programadas en el área GBA entre las que se encuentran Central Costanera y Central Dock Sud».
Por su parte, Edesur indicó que “respecto del insuficiente aporte de generación, es importante destacar que una de las generadoras de energía de la zona sur es Central Dock Sud, empresa que administra Enel junto con otros accionistas, y que tiene un ciclo combinado de casi 800 MW (3.2 veces la energía faltante el viernes)”.
Al respecto, remarcó que “en esta planta se realizan trabajos de modernización que demandan una inversión superior a los US$ 110 millones”, y aseguró que “esto permitirá adicionar al sistema casi 90 MW de potencia, mayor eficiencia y mejoras significativas a nivel medioambiental”.
Explicó que “el proyecto arrancó en 2021 y en octubre 2022 se inició el desmontaje y remontaje de las máquinas, estando ahora en su fase final”, y afirmó que “esta obra representará un aporte al sistema argentino, que contará con generación de avanzada en las próximas semanas”.