Los abogados que representan a los padres de Fernando Báez Sosa apelaron ante el Tribunal de Casación Penal bonaerense el fallo que declaró partícipes secundarios a tres de los jóvenes sometidos a juicio, y que recibieron una pena de 15 años de cárcel, al considerar que fueron coautores del hecho y deben ser castigados con prisión perpetua.
La apelación es puntualmente contra la decisión de los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lázzari y Christian Rabaia de condenar el 6 de febrero último a Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23) y Lucas Pertossi (24) a 15 años de cárcel como partícipes secundarios del homicidio de Fernando, a diferencia de Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (23), Matías Benicelli (23) y Luciano (21) y Ciro Pertossi (22), quienes recibieron la pena de prisión perpetua por la coautoría del asesinato cometido el 18 de enero de 2020 en la puerta del boliche «Le Brique» de Villa Gesell.
Al enumerar los motivos que fundamentan la apelación, los letrados consideraron un «absurdo» o una «arbitrariedad» la sentencia «por carencia de logicidad en la fundamentación y falsa motivación en la determinación del momento en el que se verifica el dolo homicida», al igual que en la «selección y valoración de la prueba para entender como secundaria la participación de los condenados» Cinalli, Lucas Pertossi y Viollaz. Además, motivaron el recurso en la «errónea aplicación de un precepto legal: concretamente al entender como secundaria la participación de los condenados». En base a ello, los representantes de los particulares damnificados pidieron a Casación que revoque la sentencia dictada en esos tres casos.
«El método de la sana crítica racional y la lógica que debió imperar para arribar a dicho convencimiento, ha transpuesto los límites de la recta razón. Y en esto yace la arbitrariedad que se denuncia: en que no se ha fundado la conclusión y su decisión final en elementos de prueba concretos valorados de conformidad con los dictados de la lógica y de la experiencia común», indica un tramo de la apelación. Los letrados calificaron como «incoherente» la conclusión del tribunal sobre que esos tres jóvenes fueron partícipes secundarios y no autores del crimen.