Dos policías de la ciudad santafesina de Rosario fueron imputados por complicidad con un exbarrabrava ligado al jefe de la narcobanda «Los Monos», Ariel «Guille» Cantero, y el fiscal de la causa aseguró que en la investigación «se comienza a ver cómo en una de las organizaciones más violenta participa una parte» de esa fuerza de seguridad.
Los fiscales Matías Edery y José Luis Caterina imputaron a los policías David Luciano Arellano y Marcos Emanuel Barúa del delito de asociación ilícita, encubrimiento, violación de secreto e incumplimiento de sus deberes.
Según la investigación, los miembros de la fuerza de seguridad, que se desempeñaron en la brigada de homicidios, filtraron datos a un exjefe de la barrabrava de Newell’s Old Boys, Guillermo «Chupa» Sosa, mientras estaba prófugo por el asesinato de un anterior líder de la barra, Nelson «Chivo» Saravia.
De acuerdo a la acusación, Sosa -que luego fue detenido- respondía en la interna de la barra a un grupo conducido por los presos Luis «Pollo» Vinardi, Pablo Nicolás Camino y Carlos «Toro» Escobar, que, a su vez tributan a «Guille» Cantero.
«Trajimos a dos policías que participaban activamente de la organización, brindando datos cuando los miembros estaban prófugos», dijo hoy Edery durante una rueda de prensa.
Los policías Barúa y Arellano fueron detenidos el viernes pasado durante una serie de allanamientos realizados en Rosario, entre ellos, un galpón donde cenaban civiles con un exjefe de Drogas Peligrosas, Alejandro Franganillo, y el actual titular de la Policía en la ciudad de Villa Constitución, Marcelo «Malevo» Mendoza.
En ese galpón la policía secuestró un costoso motorhome y varios fajos de billetes por alrededor de medio millón de pesos, lo que derivó en los allanamientos de los domicilios de Franganillo y Mendoza, quien hasta el año pasado fue segundo de la Policía de Rosario, indicaron voceros del caso.
La investigación tiene también una pata federal por una denuncia sobre la presunta existencia de una organización que combina policías y civiles con el negocio narco, agregaron las fuentes.
Los fiscales Edery y Caterina indicaron que en su causa se encuentra prófugo un expolicía, Juan José Raffo, condenado a 5 años y 10 meses de prisión en el juicio a la banda de «Los Monos» que terminó en 2018.
De acuerdo a la pesquisa, Raffo era el contacto entre los policías Barúa y Arellano con sectores criminales vinculados a «Los Monos».
«Los dos terminan siendo parte de una célula de la banda de ‘Los Monos’, pero tuvieron imputaciones independientes», explicó el fiscal Caterina.
Mientras que Edery agregó: «Esta investigación muestra cuál es el problema real de la infiltración y la influencia que tienen ciertos sectores policiales en la toma de decisiones que influyen en la seguridad pública.»
Los fiscales les achacaron a los dos acusados «ser miembros, junto con otras personas de la asociación ilícita liderada por Ariel Cantero, cuyo objeto es obtener dinero mediante el uso de violencias y amenazas a distintas personas, usurpaciones de domicilios, abusos de armas y extorsiones».
Señalaron que «ellos pelean por el control territorial y ofrecen ‘protección’ ilícita en las zonas donde ejercen este control» y que la banda «se estructura bajo la modalidad de células autónomas que operan independientemente todas ellas, colaborando a un fin común».
Así, indicaron que «Guille» Cantero «es el jefe de la asociación, quien desde su lugar de alojamiento en la unidad penitenciaria de Marcos Paz da órdenes a otras personas, quienes además poseen sus propias células o ramas de la organización» y le reportan».