Cristina Ércoli, víctima de la dictadura militar,afirmó que “el 24 de marzo es un día emblemáticamente trágico de nuestra historia y también muy reivindicativo”. “Dejamos inaugurado este espacio de la memoria, la verdad y la justicia, y el derecho a la identidad, porque todavía seguimos buscando a nuestros nietos y nietas y todavía seguimos descubriendo identidades que secuestró nuestra dictadura genocida, y digo nuestra porque ocurrió en nuestro país”, expresó.
Ercoli, activista, docente y víctima de la represión, pronunció un discurso durante el acto oficial en Santa Rosa, donde además se inauguró el Parque Provincial de la Memoria.
Ahí confesó que tomó el compromiso “de hablar” con “muchas contradicciones”. “No soy oradora, no tengo un buen discurso, pero sí estoy convencida de ser testimonio vivo”, explicó.
Agradeció la construcción del Parque Provincia de la Memoria porque “es el resultado de la lucha popular y colectiva, como parte de medidas reparadoras impuestas por los gobiernos nacional y provincial”. “Aunque falta juzgar y saber toda la verdad, lo que ocurrió desde 1975”, planteó.
“Este espacio reivindicativo y reparatorio se levanta frente al centro clandestino de detención por donde pasaron cientos de compañeras y compañeros, así tendrán que explicar a las nuevas generaciones que el terrorismo de Estado en La Pampa no comenzó el 24 de marzo de 1976, sino mucho antes”, recordó.
“A principios de 1975 se comenzó a vigilar y luego a perseguir a personas con perfiles de activistas sociales y políticos. En el verano de 1975 se detuvo a las y los compañeros siloístas, y a mediados de ese año se profundizó la vigilancia sobre nuestras actividades políticas, académicas y gremiales”, agregó.
Advirtió que el golpe de Estado “no sólo fueron los paramilitares y el partido militar. También hubo quienes la fomentaron desde dentro de los poderes el Estado. Y así surgió eso de ‘se lo llevan, se la lleva, por algo será’», dijo.
«Claro -continuó- que fue por algo, vivíamos la experiencia política con mucha energía, esperanza y compromiso; luchábamos por una transformación social, económica y cultural; hablábamos de liberación o dependencia, teníamos la utopía de una Patria libre y soberana con justicia social, sin excluidos, sin analfabetos, con mayor educación, por eso el terrorismo de Estado aquí en La Pampa atacó primero a los centros educativos que proponían ese modelo de país. La UNLPam en Santa Rosa, la tecnológica en General Pico y el sistema integrado de salud con sede en el hospital Lucio Molas”, continuó narrando.
“LA ÚLTIMA LOCURA”
“En 1982 fue la última locura sangrienta de ese proyecto de país torturado: la guerra de Malvinas, donde enviaron a la muerte a cientos de jóvenes, todo ello hizo que naciera un proceso democrático que debemos cuidar y fortalecer. Tenemos que estar alerta, porque esas mismas fuerzas fascistas, corporativas, de los grandes intereses económicos mundiales están trabajando desde lo económico, lo cultural y lo político en destruir esta democracia, que no es completa, que no es perfecta, pero es lo que es”, expresó Ercoli.
“Por eso -enfatizó Cristina Ércoli- tenemos que recrear la utopía manteniendo viva la memoria. Tenemos verdades que decir y seguiremos buscando la justicia por las y los 30.000 compañeros desaparecidos, ahora y siempre”, concluyó.