La búsqueda del joven Fabio Bazán continuó ayer con dos allanamientos en viviendas de la zona norte de Santa Rosa y nuevos rastrillajes en cercanías del relleno sanitario. Tras nueve días sin noticias sobre su paradero, la Fiscalía de las Personas dispuso “dos procedimientos tendientes a obtener evidencias sobre su paradero, siguiendo algunas líneas de investigación vigentes”, informaron fuentes judiciales.
Ambos procedimientos se desarrollaron durante la tarde y en forma simultánea, en Suipacha al 1400, a pocos metros de Asunción el Paraguay, y en Gobernador Duval al 900, entre Salta y Jujuy. “Ambas diligencias fueron realizadas en forma conjunta por personal de la Seccional Segunda y la Brigada de Investigaciones, con colaboración de la Sección Canes y la Agencia de Investigación Científica”, expresaron fuentes policiales. Como resultado de los allanamientos fueron secuestrados “distintos elementos destinados a pericias y un vehículo”, agregaron.
Planta de marihuana.
Al ingresar a la vivienda de la calle Duval, que se encontraba sin ocupantes, los investigadores encontraron “una planta de marihuana de importantes dimensiones y una gran cantidad de cogollos en frascos, presumiblemente destinados a la comercialización”. Ante el hallazgo fue convocado personal de la División Toxicomanía, que determinó la existencia de “cogollos envasados y una rama en una planta de 2,30 metros de altura, con hojas y flores, que arrojaron, en total, un peso de 950 gramos”.
El procedimiento fue comunicado al Juzgado Federal, en el contexto de una causa por violación a la Ley de Estupefacientes (23737), y el personal policial buscaba anoche identificar al ocupante del domicilio para ponerlo a disposición del juez Juan José Baric.
Sin novedades.
Mientras tanto, la búsqueda de Fabio Bazán, de 24 años, continuó durante gran parte de la mañana con un rastrillaje que terminó de cubrir la superficie circundante del relleno sanitario, sin resultados positivos. Por comentarios escuchados en el barrio, durante los últimos días familiares expresaron sus sospechas de que el joven hubiera sido llevado a un campo cercano, ubicado al noroeste de la ciudad, y reclamaron que la búsqueda se hiciera extensiva a ese sector.
Según fuentes policiales, “existen muchas versiones y diariamente surgen distintos datos que tratamos de corroborar, pero no hay pistas certeras sobre su paradero ni adónde fue” aquel lunes 27 de marzo, cuando salió por última vez de la casa de su abuela, donde residía. Si bien la familia manifiesta dudas sobre su estado y sospecha que pudo haber sido víctima de algún episodio violento, la policía sigue “buscando a una persona con vida”.
“Si no hallamos a la persona, ni su cuerpo, ni logramos establecer que haya padecido o participado en algún incidente, será muy difícil dilucidar el caso”. Con el tiempo, deberían abandonar la búsqueda y la situación del joven desaparecido permanecería indefinidamente en la incertidumbre “como alguien que se fue, y ya no está”.