En un emotivo acto, se inauguró la biblioteca “Ninfa Lorenzo” en el céntrico Hotel Wabi Sabi de Eduardo Castex. El proyecto surgió durante la pandemia de la Covid 19 para “entretener” a los huéspedes, y se convirtió en una importante recopilación de libros aportados por vecinos de Eduardo Castex, Santa Rosa, San Luis y Córdoba.
La jornada contó con una muestra de arte, música y lectura de poesías, y entre los numerosos asistentes estuvieron autoridades municipales encabezadas por la intendenta Mónica Curutchet y los familiares de Ninfa Lorenzo, quien popularmente era conocida como “Cuqui” Sorba.
La propietaria del hotel castense, Silvia Guassardo, admitió que se sintió “muy contenta” porque “empecé con un proyecto pequeño y termino siendo una tremenda biblioteca”.
La entrevistada relató, en Radio DON 101.5 Mhz, que el proyecto “surgió en pandemia porque me preocupaba mucho como entretener a la gente que se quedaba aislada cumpliendo la cuarentena, y lo primero que hice fue comprar una bicicleta fija que dábamos por turno con todos los protocolos de desinfección y a otras personas les daba algunos libro míos, pero se tenían que quedar los 14 días porque decían que el papel transmitía el virus”.
“La primera que me donó libros –recordó- fue la mamá de Gloria Sorba, que acá era conocida como Cuqui Sorba pero se llamaba Ninfa Lorenzo”. “Me dijo que quería que los tuviera yo porque cuidé a sus hijos durante la cuarentena, que vinieron para estar con su madre que comenzaba las quimioterapias, pero sabían que era un cáncer terminal”.
Guassardo le dijo a la fallecida “Cuqui” Sorba, que cuando “nos permitan exponer los libros, iba a hacer una biblioteca y le iba a poner su nombre”. “Ella se emocionó mucho porque iba a ser una sorpresa para la gente porque nadie sabía quién era Ninfa Lorenzo, y era la Cuqui Sorba del barrio y de toda la vida en Eduardo Castex”, expresó.
TÉMATICAS Y DONACIONES
No es frecuente que los hoteles cuenten con bibliotecas, y quizás eso potenció las donaciones de muchas personas. “Tuvo mucha repercusión, porque empecé con un módulo y pensábamos poner algunos adornos para rellenar, pero terminamos con tres módulos porque llegaron donaciones de Córdoba, de San Luis, de Santa Rosa”, narró Guassardo en la entrevista radial.
Detalló que hay volúmenes “de distintas temáticas como religión, política, autoayuda, medicina, libros infantiles, colecciones bellísimas, de gastronomía”.
“En los hoteles hay variedad de gente, y pensé que nadie se iba a interesar por libros de cocina, pero para la Fiesta del Trigo los cocineros de la TV Pública copiaron recetas, o médicos que vinieron y nos contaban que estudiaron con esos libros”, concluyó.