El certificado de aprobación para el cultivo controlado de la planta de cannabis como tratamiento medicinal, terapéutico o paliativo del dolor fue ampliado a un período de tres años por el Ministerio de Salud de la Nación. El certificado que se obtiene a través de la inscripción en el Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN).
Con esto se busca mejorar la gestión administrativa relacionada con dicho certificado, a partir de la experiencia de estos dos años de funcionamiento del registro.
Dicha medida fue tomada en respuesta al fuerte crecimiento de las solicitudes de inscripción al programa que hubo en los últimos meses, y por eso se realizó una revisión del procedimiento de evaluación de trámites que permitió acelerar los tiempos de resolución e implicó bajar la espera promedio a menos de 10 días hábiles.
De este modo, mientras que en febrero había más de 33 mil trámites a evaluar, en la actualidad el stock es de 1.600, los cuales se ha identificado requieren información adicional para completar su evaluación.
Se informó además, que al momento existen más de 200 mil pacientes aprobados para cultivo controlado, y que en REPROCANN se habilitará un módulo especial para Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), y podrán asistir mediante el cultivo de cannabis a hasta 150 pacientes.
Además, mediante la Resolución 767/2023, publicada también en el Boletín Oficial, se incorpora el THC al 1% a los ingredientes farmacéuticamente activos.
Esto favorecerá a los desarrollos productivos nacionales en lo referido al aprovisionamiento de este insumo para la elaboración de las herramientas terapéuticas que los requieran.
Cuando la concentración de THC se aumente al 1%, los productos serán regulados como psicotrópicos aplicándoseles el régimen correspondiente a las sustancias psicotrópicas.
Por otra parte, la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) avanza en la incorporación del cáñamo al Código Alimentario Argentino, lo que permitirá propiciar el desarrollo de las economías regionales dedicadas a este sector productivo y acompañar a las regulaciones nacionales ya existentes sobre el cultivo del cannabis y del cáñamo industrial.
Así, se tenderá al mayor aprovechamiento de diferentes propiedades nutritivas del cannabis y sus semillas de alto valor nutricional considerándolo como un superalimento.