Joaquín Sperani, un joven de 14 años que se encontraba desaparecido desde hace cuatro días, fue encontrado muerto en una casa abandonada en la localidad cordobesa de Laboulaye. Hoy, su mejor amigo de 13 años, confesó haberlo matado de varios golpes en la cabeza, cuando anteriormente había intentado desviar la investigación y después del asesinato volvió a la escuela. El joven asesino es inimputable y el caso quedó en el fuero penal juvenil cordobés.
«Yo lo maté» dijo, con tan solo 13 años, el mejor amigo de Joaquin Sperani.
Al otro chico de 14 años lo buscaban desde el pasado jueves en la localidad de Laboulaye, en Córdoba. Fue encontrado sin vida en una casa abandonada y, tras intentar desviar la investigación, se supo que el asesino es su mejor amigo.
En total eran cuatro las personas que ingresaron a la casa abandonada y se encontraron con la aterradora escena: “Tenía un golpe en la cabeza, a su alrededor había escombros y cascotes” dijo.
El asesino y la víctima tenían ambos 14 años. Eran mejor amigos del colegio primario.
«Se lo querían llevar a vivir con ellos» dijo un conocido de la familia de Joaquín. La relación era tan buena que, la familia del asesino -tienen solo un hijo- querían llevarse a su casa a Joaquín.
El caso quedó en el fuero penal juvenil cordobés y el chico es inimputable. Sin embargo, el menor antes de la confesión desvió la investigación, ya que habló ubicó a la víctima cerca de otros terrenos, que finalmente fueron rastrillados sin ningún resultado.
Además, se llevó el celular del chico asesinado y después de matar, volvió al colegio.
La mamá de Joaquín, Mariela Flores, habló horas después de que encontraron el cuerpo de su hijo y aseguró que su amigo lo asesinó: “Todo indica que fue él quien lo mató, es un psicópata basura”.
En medio del dolor y la conmoción, sentenció: “Hay muchas pruebas que lo incriminan. Era un amigo de toda la vida, no sé qué se le cruzó por la cabeza”.
También declaró Martín Sperane, el padre de Joaquín: “Él estaba declarando cuando me dieron la noticia, nos dividía una pared», dijo.
«Él declaró que él había matado a mi hijo, fue ese momento, fue muy duro y desgarrante. Se hicieron amigos en tercer grado de primaria, nunca hubo un episodio de violencia, no lo imaginaba yo”, finalizó el hombre.