jueves 28, noviembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Castense declaró y deslizó otra hipótesis: “Él tenía problemas con los compañeros”, dijo

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Con los testimonios tanto de Yanina Coronel como de Gabriel Páez Albornoz comenzó ayer el juicio por el supuesto envenenamiento de la mujer hacia el policía cuando eran pareja, un hecho ocurrido en septiembre de 2021.





En la primera jornada, el eje giró en torno a la defensa de Coronel sobre que no hubo intento de envenenar a Páez Albornoz con un licuado de banana, al tiempo que apuntó a la violencia de género que sufría de parte del efectivo policial, publicó el diario La Arena.

Páez Albornoz, por su parte, explicó detalladamente los efectos que padeció al ingerir el licuado. El policía se descompensó y fue trasladado de urgencia al hospital de Toay y luego internado en el hospital Molas de Santa Rosa. El juicio, que continuará hoy, también tuvo el testimonio de dos comisarios.

Coronel está acusada de tentativa de homicidio calificado doblemente agravado por el vínculo y por el procedimiento insidioso que utilizó para cometer el hecho.

El Tribunal está integrado por los jueces Andrés Olié, Daniel Sáez Zamora y la jueza Alejandra Ongaro, mientras que los fiscales son Oscar Cazenave y Selva Paggi.

INVESTIGACIÓN

En la investigación quedó determinado que el hecho ocurrido el domingo 5 de septiembre de 2021 fue en un contexto de graves hechos de violencia de género que la mujer había denunciado en repetidas ocasiones.

Y esas denuncias quedaron expuestas ayer en el testimonio de Coronel ante el Tribunal, por ejemplo en la noche anterior a ese domingo del licuado. “Yo quería separarme hace tiempo y estaba buscando un alquiler. El me insultaba, había golpes, y esa noche buscó un cinto y me amenazó con que me iba a matar, frente a nuestro hijo. En ese momento se detuvo y me dijo que lo estaban volviendo loco en la institución policial”, aseguró la mujer, que también enumeró distintas amenazas como que la iba “a prender fuego” o con que no iba a volver a ver a su hijo (previamente el policía le había roto el celular).

Coronel también recordó que en una ocasión su ex pareja la “desmayó de una piña” y al rememorar el episodio que desencadenó la denuncia dio detalles de los momentos previos.

«PROBLEMAS CON COMPAÑEROS»

“Era un domingo y él iba a hacer una comida al disco con otros policías. Yo le dije que había unas bananas y que le preparaba un licuado, como siempre. En un momento él salió al patio porque dijo que había escuchado unos ruidos”, detalló la mujer. Horas después su ex pareja la llamó y le comentó que el licuado “tenía gusto feo” y que tenía “un hormigueo en los dedos”.

Según Coronel, le insistió para que pidiera ayuda o vaya al médico pero Páez se negaba por temor a tener “un informe negativo para su estado policial”. Luego se enteró que su ex pareja estaba internado y fue al Molas.

Al día siguiente, el lunes 6, allanaron su casa y se llevaron la licuadora. Según Coronel, el comisario Juan Carlos Mendis le comentó detalles de la situación. “Me dijo que pensaban que le habían puesto algo en el tanque, y eso porque se llevaba mal con algunos compañeros”.

En ese aspecto reveló que una mujer policía le aseguró que en un galpón de la Policía Rural guardaban el veneno incautado en los operativos. Y en ese punto señaló que varios policías la contactaron porque tenían deudas con Páez Albornoz “por distintos préstamos y deudas que tenían con él”, por lo que apuntó hacia una posible pista diferente por el envenenamiento.

Ante la pregunta de la querella sobre si efectivamente ella había preparado el licuado, Coronel contestó: “Sí, lo hice yo. Y lo probé”.

«ELLA PREPARÓ EL LICUADO»

El policía, en tanto, dio su testimonio ante la presencia de Coronel. “Ella me preparó el licuado y yo habré estado cinco minutos. Ella me dio un beso y me dijo ‘te quiero amor’”. Aseguró que la mujer le dijo que al preparado le había puesto “chocolino” y agregó que al tomarlo comenzó a “ahogarse y temblar”.

También apuntó que “en tres o cuatro ocasiones” tuvo que “tirar el licuado porque estaba agrio” al tiempo que aseveró haber convidado a los otros policías con los que compartía la reunión. Y desmintió a Coronel al afirmar que en la delegación rural de la policía “no había veneno” acumulado de los secuestros, tal como dijo la mujer.

“Sentí como cuando uno se quema con el mate, sentí un ardor en el pecho”, contestó el policía cuando le preguntaron qué sintió luego de ingerir el trago. También, desde la defensa de la acusada, le preguntaron por estudios médicos previos que se había hecho y si no los miraba para conocer su estado de salud.

“Yo soy medio bruto, y ella es muy inteligente, muy inteligente. Y me explicaba los estudios de la tiroides, que me dieron mal”, indicó Páez Albornoz, quien además admitió que había prestado dinero a otros uniformados. “Tenía una plata y Yanina me dijo que la usara para dar préstamos. Ella tenía los pagarés”, expresó.

MÁS TESTIMONIOS

En la primera jornada del juicio en el Centro Judicial santarroseño también declaró el comisario Juan Carlos Mendis, en calidad de testigo. En el momento del hecho era el coordinador de la Unidad Regional I y estaba a cargo de Seguridad Rural, por lo que era jefe de Páez Albornoz.

Mendiz recordó que en este hecho un perro murió muerto envenenado en ese momento y era un animal que estaba en el edificio de esa dependencia policial y que luego le comunicaron que Páez Albornoz “estaba con los mismos síntomas”.

“Cuando llegué me resultó extraño lo que vi y por eso llamé a la fiscal para preservar el lugar del hecho”, dijo. Como había amenaza de lluvia, taparon el resto del licuado con un tacho de 200 litros.

Otro testigo que declaró fue el comisario Lucas Garello, compañero de Páez Albornoz en la patrulla rural. Afirmó que estaba con Páez Albornoz cuando éste se descompuso y que vio al perro envenenado. Y que no probó el licuado “porque tenía gusto feo”.

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