Uno de los casos más emblemáticos de femicidio en La Pampa dio un sorpresivo giro: el ex púgil Víctor Purreta decidió romper el silencio luego de 19 años e indicarle a la Justicia el lugar donde ocultó el cuerpo de Andrea López luego de matarla.
La fiscal a cargo de la investigación, Cecilia Martiní, encabezó hoy cerca del mediodía un rastrillaje en Monte Chue, un campo ubicado entre Santa Rosa y Winifreda, con una vasta zona de monte, a poca distancia de las rastrilladas indígenas. Junto a Martiní estuvieron varios miembros de la Unidad Regional I y de la Agencia de Investigaciones Científicas (AIC) de la Policía de La Pampa.
La comitiva también estuvo integrada por el propio Purreta, que recorrió el lugar custodiado por personal del Servicio Penitenciario Federal.
La comitiva a cargo del operativo y el condenado por el femicidio accedieron al lugar desde la Ruta Nacional 35.
Hay un fuerte hermetismo respecto al operativo realizado hoy y sus resultados. La fiscal, consultada por este medio, no quiso dar precisiones sobre el operativo ni adelantar los motivos por los cuales se realizó.
Este nuevo rastrillaje es un importante giro en el caso por el que Purreta fue condenado en 2014 a 18 años de prisión, que se le unificaron con una condena previa de 7 años.
El ex púgil había solicitado en abril de este año el beneficio de salidas transitorias, el cual le fue denegado por el juez de Ejecución Penal Martín Saravia. La querella, encabezada por el abogado Omar Gebruers, y la fiscalía se habían opuesto al pedido, en base a los informes presentados por el psicólogo personal de Purreta y por el Servicio Penitenciario Federal.
