«No hay plena seguridad de qué se puede llegar a encontrar» el cuerpo de Andrea López, dijo el abogado Omar Gebruers. El defensor de la familia López fundamentó su postura expresando que la búsqueda se realiza después de 20 años del enterramiento del cuerpo, y en un monte con presencia de animales carnívoros.
El abogado santarroseño indicó que «ahora se está esperando la llegada del georadar, que es un elemento con el cual se determina la presencia de restos óseos en el subsuelo”.
“A partir de la información que dé ese instrumento, se podrá comenzar con las excavaciones. Es absolutamente normal que todavía no haya ningún tipo de novedades”, agregó en el programa La Parte y el Todo de la Televisión Pública Pampeana.
«La fiscalía nos transmite la opinión que van vertiendo los distintos organismos intervinientes y la expectativa es que probablemente va a llevar un plazo más que razonable, si es que en algún momento se encuentran esos restos», dijo el colegiado.
Gebruers dijo que la decisión de Julia, la mamá de Andrea, y toda la familia es no acercarse al lugar, y dejar que trabaje el personal calificado de la AIC. «Nos mantenemos al margen, porque seríamos más un estorbo que una ayuda en el lugar», indicó.
Cuidadosa perforación.
Gebruers explicó que «luego de la limpieza del terreno, la ubicación geográfica de los puntos que se han indicado y luego de la determinación si existen restos o no por georadar, viene la cuidadosa perforación de la tierra como para buscar esos restos si es que allí se encuentran, porque 20 años es mucho para un cuerpo permaneciendo enterrado, pero sobre todo teniendo en cuenta que también hay animales carnívoros que viven en ese monte», indicó.
«Hay armadillos, pumas, gatos, jabalíes, por lo tanto no estamos seguros de que se podrían encontrar el cien por ciento de los restos. Todos entienden que algo debería haber para ubicar los restos óseos y especialmente una prótesis metálica que se le había colocado a Andrea durante su vida, porque se le había destruido un tobillo por el accionar de (Víctor) Purreta, que la arrojo de la camioneta y le cerró la puerta antes de que sacara la pierna. Le molió el tobillo, y se lo reconstruyeron con lo que llamamos comúnmente un clavo. Eso sería posible de encontrar con un detector de metales, siempre y cuando se cuente con las dimensiones y la forma aproximada de ese elemento», aseguró.
«Julia está muy cansada».
Respecto de cómo tomó la familia de Andrea esta situación, y el hecho de que Purreta haya marcado el campo en el que presuntamente depositó el cuerpo ya sin vida, Gebruers señaló que «Julia (Ferreira, mamá de Andrea) está siempre expectante, esperando la noticia de saber dónde están los restos de su hija”.
“Ella ha hecho de la búsqueda de estos restos la motivación de su vida. Pero la realidad es que está muy cansada de todo este trámite, este proceso. Y está acompañando a su nieto con todo lo que ello conlleva», dijo.
Además, señaló que «no tienen una situación económica resplandeciente. El nieto no tiene trabajo fijo, y el Estado en esto ha estado ausente, a pesar de los numerosos pedidos por parte de Julia, para que se le facilite un trabajo permanente y remunerado como corresponde. Él está haciendo changas de albañilería, cosa que no ocurre todos los días».
Además, indicó que Julia está expectante, pero «no quiere asumir demasiadas emociones porque también tiene problemas cardíacos, así que bueno, está como delegando en muy buena medida todas las intervenciones en mi persona”. “Por eso soy quien atiende a los medios, quien se comunica con la fiscalía diariamente y quien más o menos va definiendo los caminos a seguir de parte de la familia», expresó.