El director del Museo Británico anunció el viernes su renuncia, con efecto inmediato, después de admitir fallas en una investigación de la institución sobre el robo de objetos, que en algunos casos databan del 1500 ac.
Hartwig Fischer, un historiador de arte alemán que debía dejar su puesto el próximo año, dijo que el museo no respondió adecuadamente a las advertencias de que un empleado podría haber estado robando piezas y que la responsabilidad por las fallas «en última instancia, debe recaer» en él.
«Durante los últimos días he estado revisando en detalle los acontecimientos en torno a los robos en el Museo Británico y la investigación al respecto», dijo en un comunicado.
«Es evidente que el Museo Británico no respondió tan exhaustivamente como debería», sostuvo.
El Museo Británico, uno de los más visitados del mundo y una de las atracciones turísticas más populares de Londres, dijo la semana pasada que un miembro del personal había sido despedido después de que artículos, que incluían joyas de oro y gemas que databan del siglo XV a.C. al siglo XIX d.C., se detectaron como desaparecidas, robadas o dañadas.
El consejo de administración del museo, presidido por el exministro de finanzas británico George Osborne, aceptó la dimisión de Fischer.
«Lo tengo claro: vamos a resolver lo que salió mal», dijo Osborne. «El museo tiene una misión que permanece a través de generaciones. Aprenderemos, restauraremos la confianza y mereceremos ser admirados una vez más».
