Lionel Messi lo hizo de nuevo y logró su Octavo Balón de Oro, premio que se confeccionó en Qatar, y por eso tiene un valor más especial para Leo, que los siete que consiguió anteriormente. A los 36 años, después de lograr un Mundial que marcará un antes y un después, no para de superarse, y suma un reconocimiento más a su colección.
El Balón de Oro fue un premio que siempre atesoró y le dio la debida importancia. Muchas veces fueron un bálsamo en días de críticas y oscuridad cuando los resultados no se daban en la Selección.
Ahora la vida es color de rosa y después de levantar el trofeo en Doha, todo lo que le siguió tiene esa sensación tan perfecta que sólo él la puede explicar.
Le había sucedido cuando levantó el The Best en febrero y le vuelve a ocurrir Teatro del Châtelet de Paris, acompañado por Antonela, Thiago, Mateo y Ciro. Y el premio se lo entregó nada menos que David Beckham, quien lo llevó al Inter Miami.
Leo, sentado durante el evento con Julián Álvarez y Lautaro Martínez, es todo sonrisa y humildad, y justo en el día del cumple 63 del Diego Maradona, como otro guiño del destino, Messi bate otra marca para que Argentina sea el país con más Balones de Oro.
“Tuve la suerte de estar en el mejor club y equipo de la historia, porsupuesto el FC Barcelona, algún día deseo volver», afirmó Leo en referencia al Barcelona.
Y finalizó su discurso recordando a Maradona: «Quiero hacerle una mención a Diego. No hay mejor lugar para desearle un feliz cumpleaños, rodeado de gente que le gusta el fútbol, como le gustaba a él. Donde quiera que estés, feliz cumpleaños. Esto también es para vos».