jueves 28, noviembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

La libertaria Lemoine calificó “patriota” a un neonazi y después pidió disculpas

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La diputada electa del partido de Javier Milei promocionó una publicación en la que se pide respaldar a Iván Volante, el militar retirado que amenaza posteando fotos de Falcon verdes. El prontuario de Pampillón en Mar del Plata. Tras el escándalo, Lemoine tuvo que salir a pedir disculpas públicamente.





Lila Lemoine lo hizo de nuevo. A menos de una semana del balotaje, tal como ocurrió en los días previos a las elecciones generales del 22 de octubre, la diputada electa de La Libertad Avanza se ubicó en el centro de la escena pública: esta vez no disertó sobre  proyectos para que los hombres puedan renunciar legalmente a la paternidad ni sobre preservativos pinchados, pero sí compartió un violento mensaje de Carlos Pampillón, un conocido dirigente neonazi de Mar del Plata al que describió como «patriota». 

«Mensaje de un patriota. Basta de mordaza ideológica», escribió en su cuenta de Twitter la asistente de Javier Milei, candidato presidencial de La Libertad Avanza, al compartir el mensaje de Carlos Pampillón.

En el mensaje, Pampillón le pide a «todo el personal en actividad de Ejército Argentino» que «ponga pelotas» para defender a Iván Volante, un capitán retirado -amigo de Victoria Villarruel- que días atrás reivindicó los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar mediante un video donde se ve un Falcon verde junto a la leyenda «7… aunque un poco incómodos, entran en este baúl» y que también acusó a Agustín Rossi de utilizar las instalaciones de Campo de Mayo para su beneficio durante su gestión frente al Ministerio de Defensa. 

«A todo el personal en actividad de Ejército Argentino espero que pongan las pelotas porque sus jefes arrastrados del kirchnerismo le iniciaron un sumario al capitán Volante que se atrevió a desmentir al narco mafioso terrorista de (Agustín) Rossi, que usaba los elementos del Ejército Argentino para su beneficio personal», dice Pampillón en el video, en referencia a las actuaciones administrativas que la fuerza le inició a Volante tras la difusión de las imágenes del Falcon.

«Todos tenemos que salir a respaldarlo, a poner el cuerpo si es necesario y hacer un boicot. Y a ustedes, a los que están en actividad, pongan las pelotas y desautoricen a ese Jefe del Estado Mayor Conjunto que tienen que es un terrorista montonero. Mierda Rossi, mierda a vos Kirchner, (Sergio) Massa y toda la lacra que hicieron pelota las Fuerzas Armadas Argentinas. Viva la Patria, viva el Capitán Volante», cierra Pampillón.

En redes sociales, los usuarios le recordaron a Lemoine el violento prontuario del dirigente, que fue procesado por la Justicia Federal de Mar del Plata el año pasado por ocupar un rol de organizador de una agrupación dedicada a cometer ataques para imponer sus ideas supremacistas mediante la violencia, como parte de una causa judicial impulsada por la DAIA contra una banda neonazi. «Solo tomo sus palabras. Por lo demás que lo juzgue la justicia», respondió la cosplay.

Más tarde, cuando la controversia crecía, Lemoine pidió perdón y se victimizó. «Grave error mío. No es ningún patriota. Ya vi quién es. Pido disculpas, estoy expuesta a tanta gente y a tanta información, soy tan accesible que me entran las balas», escribió en sus redes. Luego, sin mayor autocrítica, atribuyó el escándalo a que «buscan bajarme, hay una operación que empezó en junio/julio».

La saga de los neonazis de Mar del Plata

Tal como relata el periodista Juan Ignacio Provéndola en esta nota de Página/12, la saga de los neonazis marplatenses comenzó a principios de la década del 2010 con pintadas callejeras contra la comunidad boliviana, uno de los grupos migrantes más populosos de Mar del Plata. Poco después hubo un atentado al monumento a la Memoria, emplazado frente a la misma base naval donde funcionó un centro clandestino de detención en la última dictadura. 

Más adelante se sucedieron violentos ataques contra pibas y pibes en la vía pública, especialmente en 2015, cuando sabotearon con palos de PVC rellenos de cemento un encuentro antifascista en Plaza España, atacaron a patadas a varias chicas frente a la catedral marplatense en el Encuentro Nacional de Mujeres, le abrieron la cabeza a una trans en La Perla y dejaron en terapia intensiva a un activista de la diversidad sexual.

La historia de los neonazis de Mar del Plata fue registrada en un documental por el militante y estudiante de cine Alan Sasiain, a quien le pareció que detrás de esos episodios en apariencia aislados había un eje que les daba una entidad orgánica. 

El documental, titulado El Credo, narra con detalle el ascenso y la caída del grupo neonazi que asoló Mar del Plata durante la década pasada: muestra el crecimiento de esta cultura violenta que comienza en pequeñas células, deviene en entendimientos orgánicos y también pasa por internas, desde el Foro Nacional Patriótico liderado por Pampillón hasta la escisión juvenil de Bandera Negra. 

También muestra «la conformación de organizaciones antifascistas que dotan de cierto espíritu de cuerpo a minorías hasta entonces dispersas y agredidas, a la vez que permite construir una especie de grupo de investigación que obliga a la acción judicial», analiza el periodista sobre el documental de Sasiain, que también da cuenta del juicio que se realizó a principios de 2018 en el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, donde siete acusados fueron condenados a penas de entre nueve años y medio y dos años de prisión.

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