Dos cooperativas de trabajo pampeanas recibieron las matrículas que las habilita para funcionar oficialmente, y en los próximos días, ambas estarán además recibiendo libros contables para llevar adelante el desarrollo de la entidad solidaria y una capacitación administrativa. Las dos cooperativas de trabajo fueron Biocaldenia que produce insumos biológicos e Innovaciones Tecnológicas que está dedicada al desarrollo de software.
“Una política permanente del Gobierno de La Pampa ha sido incentivar las cooperativas. Hay una decisión política de nuestro gobernador Sergio Ziliotto de potenciar la economía solidaria. Estamos para ponerle el hombro, para escucharlas. Sepan que tienen las puertas abiertas porque producen y generan trabajo para La Pampa”, indicó el ministro Pascual Fernández.
“Me enorgullece verlos porque las cooperativas son un escalón superior a la economía que nos marcan estos tiempos de individualismo, del sálvese quien pueda. Pensarse como cooperativas y poder trabajar codo a codo en las decisiones, en sortear los problemas que se nos vienen encima y más en estos tiempos es maravilloso. Y que lo hagan jóvenes sobre todo”, indicó Fernández.
“El secreto -continuó- es escucharse, trabajar en conjunto y pensar que van a poder compartir los frutos. Es un ejemplo para todos, y para nosotros, que los jóvenes se ocupen y quieran trabajar de esta manera. Nosotros nos vamos a ocupar de acompañarlos y también de mostrarlos, porque no es algo común y ustedes están haciendo punta en esto. Así que los felicito de corazón”, agregó.
CULTIVOS DE HUERTAS
Por su parte, Ayelén Battaglia, presidenta de la cooperativa Biocaldenia, agradeció el acompañamiento del Gobierno e indicó que “hace un año empezamos a trabajar juntos y hace unos meses decidimos constituirnos como cooperativa y empezamos como los trámites”.
“Producimos bioinsumos para cultivos de huerta, con agricultura bioregenerativa, específicamente de cannabis, que es lo que nosotros cultivamos. Somos cinco integrantes y la idea surgió de reutilizar los insumos que están disponibles en la naturaleza en el lugar donde vivimos, para poder mejorar los sistemas de cultivo sin usar agroquímicos ni tóxicos”, explicó.
“Por ejemplo, los desmontes, las talas de los árboles, a nosotros nos sirven mucho para la producción y es algo que queda tirado. La idea nuestra es reutilizar todo eso y poder abastecer fundamentalmente a quien quiera hacer cultivo orgánico dentro de la provincia. Nosotros nos queremos enfocar a la provincia, con insumos de la provincia y tenemos la idea de capacitar y ayudar a proyectos locales, también trabajando con lo que tienen localmente, para eliminar los costos del traslado y de producción. Las cosas se pueden hacer in situ, entonces se baja mucho los costos y mejora la calidad del cultivo”, indicó la cooperativista.