Una brutal balacera terminó con cinco muertos y ocho heridos ayer por la tarde en la toma de terrenos del barrio 8 de Diciembre de González Catán. El lugar se encuentra usurpado desde hace al menos un año, regido por lo que, descubrió la Justicia, era una comisión interna, una asamblea. Ahora la fiscalía de La Matanza intenta esclarecer los hechos que terminaron en la tragedia.
Los vecinos se habían reunido allí para ver la posibilidad de comprar estos terrenos usurpados, lo que representaría un delito de estelionato, es decir, vender una cosa ya vendida o que no le pertenece al vendedor.
La reunión de ayer, según testimonios, había sido pactada hace tiempo, con gran cantidad de asistentes, y la ola de disparos ocurrió a pocos metros de una plaza donde juegan chicos.
El conflicto, precisamente, habría comenzado porque los usurpadores habrían loteado una plaza de juegos, un espacio común de vecinos, para ponerla a la venta en su nuevo desarrollo inmobiliario, lo que generó la ira de varias personas.
“Al parecer, un lado tenía más armas que el otro”, confirmaba anoche un investigador clave del caso a Infobae.
Hoy se intentará determinar quién es el capo en el lugar, la figura de mayor jerarquía, ya que, por lo pronto, hablan de un triunvirato en esa asamblea, de tres encargados de la venta.
Los heridos fueron trasladados en ambulancias o por sus propios medios a hospitales de la zona como el Balestrini.
Uno de ellos, que fue a la guardia por sus propios medios, se convirtió en un sospechoso, ya que al parecer, también habría estado armado al momento del ataque.
Otra serie de indicios apuntan a que los tiradores habrían sido llevados por la asamblea inmobiliaria como culatas ante cualquier riesgo, y que los posibles compradores también habrían llevado armas para defenderse.