Alec Baldwin volvió a quedar imputado por la muerte accidental de Halyna Hutchins, directora de fotografía, durante el rodaje de Rust en octubre de 2021. El actor estadounidense, que había quedado absuelto en abril pasado, siempre mantuvo la versión de que nunca presionó el gatillo del revólver de utilería que sujetaba, sino que se detonó por un fallo mecánico, pero ahora un gran jurado determinó acusarlo formalmente por la muerte de Hutchins.
A principios de octubre, un juez de Nuevo México había ordenado a los productores de la película que entregaran documentos a los fiscales que potencialmente podían demostrar que Baldwin, protagonista y productor de la película, iba a obtener mayores beneficios si entregaba el proyecto a tiempo y por debajo del presupuesto.
El caso se centra en averiguar cómo apareció una bala real en el tambor de la pistola de atrezo que empuñaba Baldwin durante un ensayo y que acabó impactando mortalmente contra Hutchins el 20 de octubre de 2021 en Santa Fe (Nuevo México).
En ese estado una condena por homicidio involuntario como la que podría afrontar Baldwin supone hasta 18 meses de cárcel.
La encargada del protocolo de seguridad durante la grabación, Hannah Gutierrez-Reed, también está acusada de homicidio involuntario, mientras que el ayudante de dirección David Halls, encargado de entregar el arma a Baldwin, aceptó un cargo de un delito menor en un acuerdo con la Fiscalía.
Desde que ocurrió el accidente en 2021, los investigadores no pudieron determinar de dónde salieron los cartuchos y por qué estaban en el set.
Durante la primera requisa, luego de hallar varias balas, le preguntaron a Gutierrez-Reed de dónde salieron y sostuvo que «no tenía ni idea».
En los últimos días, la fiscal que investiga el caso le ofreció a Gutierrez-Reed un «trato favorable» si aportaba información útil para la causa.
