Una política sanitaria dirigida y precisa con datos puede equilibrar los cuatros sistemas preventivos y llegar a evitar hasta un 40% de cánceres que en Argentina generan más de 61.900 muertes y unos 130 mil pacientes nuevos por año, señalan especialistas en oncología en la víspera del Día Mundial de Cáncer, una enfermedad que en estadíos tempranos «se puede curar y tratar en un 70 y 90%».
El jefe de Oncología Clínica del Instituto Alexander Fleming (IAF), Matías Chacón, enfatizó en diálogo con Télam que «se necesita una política sanitaria super dirigida y precisa. Es complejo mantener los cuatro sistemas preventivos equilibrados pero se hace con un sistema de control sanitario de calidad y eso se logra con datos, porque tanto el cáncer como otras enfermedades son prevenibles».
Los cuatro tipos de prevención son el nivel primario, secundario, terciario y cuaternario. La primaria es «cuando no hay enfermos ni enfermedades», explicó.
«Con una política sanitaria, se disminuye el riesgo de que la gente se enferme. Hoy la vacuna contra el virus del papiloma humano (HPV) disminuye el cáncer de cuello uterino», señala y especifica que «falta Educación Sexual Integral a temprana edad» así como saber que «evitar el tabaquismo disminuye en un 90% el cáncer de pulmón».
El alcohol también es otro agente «que se va a transformar en lo que fue el cigarrillo: está aceptado socialmente pero es hacedor de cánceres, fundamentalmente de tumores digestivos y hepáticos, facilita el de cuello uterino y mama, sobre todo en mayores de 50 años», detalló Chacón.
El sedentarismo y el exceso de peso son otros de los factores que contribuyen al cáncer de mama, endometrio, tumores de intestino, al igual que los virus, como la hepatitis, que también son factores de riesgo, junto con la incidencia elevada de alimentos procesados y la exposición a agrotóxicos, que resultan más difíciles de documentar.
Sobre los hábitos de las personas, el oncólogo clínico y jefe del área de Tumores Gastrointestinales del Instituto Alexander Fleming, Juan Manuel O’Connor, recordó los últimos datos de la encuesta nacional de Factores de riesgo para enfermedades crónicas no trasmisibles (ECNT), que datan del año 2019.
«Hay una prevalencia del 22% en tabaquismo; 61,6% de sobrepeso y obesidad y un aumento en el consumo de alcohol, en un 13,3%. A eso se suma que, por ejemplo, solo un 6% de la población encuestada consume las cinco porciones de frutas o verduras recomendadas, que tiene un efecto tipo protector», describió sobre hábitos y la poca incidencia de políticas públicas al respecto.
La prevención secundaria es cuando a través de chequeos y análisis se detecta la enfermedad de forma precoz; la terciaria, refiere a cuando se detectó el cáncer y se aplica el conocimiento actual de la mejor manera posible para la patología, para que la enfermedad tenga menos oportunidad de ocurrir.
Finalmente, la prevención cuaternaria es «no dañar y evitar el exceso» como, por ejemplo, «no permitir la acumulación de radiación en tomografías cada 15 días», explicó Chacón.
En la misma orientación, el médico oncólogo clínico Diego Lucas Kaen, jefe del servicio del Hospital riojano Enrique Vera Barros, director de Investigación Clínica del Centro Oncológico Riojano integral y titular de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), aseguró a Télam que al interrogante sobre qué cánceres tienen cura habría que revertirlo en «qué estadío se cura el cáncer».
«En la primera y segunda fase, se puede curar casi el 99% de la enfermedad. Hay que entender que debemos encontrar el cáncer antes de que nos encuentra a nosotros, porque el cáncer no da síntomas sino cuando está en su estadío más avanzado. Es fundamental el chequeo anual», explicó el médico oncólogo Kaen.
La Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer, Cancer Today, reveló que Argentina se encuentra entre los países del mundo con una incidencia media-alta de cáncer en el octavo lugar en toda América con una tasa, ajustada por edad, de 218,2 casos cada 100.000 habitantes.
A nivel mundial, en el 2022 fueron casi 20 millones (19.965.054) los casos nuevos de cáncer y cerca de 10 millones (9.736.520) las muertes que causó la enfermedad, donde encabezan los de mayor prevalencia los cánceres de pulmón, mama y colorrectal.
Según los datos publicados por el Instituto Nacional del Cáncer en Argentina, con información de Observatorio Global del Cáncer, el de mama se mantiene como el de mayor magnitud, con 22.024 casos en 2020, lo que representa el 16,8% de todos los casos nuevos y es el primero en mujeres.
En segundo lugar, se ubica el cáncer colorrectal, con 15.895 casos nuevos, lo que representa el 12,1% del total y, en tercer lugar, el cáncer de pulmón, con 12.110 casos nuevos, que concentran el 9,3% del total de tumores.
Las últimas estadísticas vitales a nivel nacional de 2022, publicadas por el Ministerio de Salud, demuestran cómo año tras año el cáncer de tráquea, bronquios y del pulmón es el que más muertes provoca con 8.471 fallecidos en 2022.
En tanto, unas 7.323 personas fallecieron a causa de cáncer de Colon, recto, de la porción rectosigmoidea y ano, número que casi no se modificó respecto del año anterior con 7.416 fallecimientos. Y le sigue el cáncer de mama, con 5.849 fallecimientos.
En este contexto, los médicos refirieron a los cambios sustanciales que se lograron a través del tiempo en la obtención de mayor conocimiento sobre cómo se gestan los tumores al «hacer hincapié en microambiente tumoral y en la respuesta inmunológica de la persona que padece el tumor».
Por ejemplo, «las células tumorales necesitan de nutrientes, y se identificó en el 2000 medicamentos que bloquean la circulación sanguínea dentro de los tumores, las llamadas terapias antiangiogénicas, que dieron muchísimo resultado como primer modelo en el cáncer de riñón», explicó Chacón.
Con la profundización del conocimiento en los últimos 50 años, la cirugía y la radioterapia continúan siendo los pilares fundamentales en el tratamiento del cáncer «cuando el tumor está localizado en el órgano».
Con grandes avances de los últimos 15 años de la oncología moderna, se logró un mayor conocimiento de la inmunidad y a partir del genoma humano, se comprendieron los genes de cada cáncer y cómo tratarlos con mayor precisión a través de medicamentos específicos junto con la inmunoterapia.
«Sin embargo, aún no hay capacidad de diagnosticar y detectar precozmente los cánceres de páncreas, de cerebro, algunos de pulmón, otros de vías biliares, porque aún no está clara la causa que los genera», puntualizó Chacón, quien mencionó la afirmación del Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos: «Con una vida sana, se disminuiría el 40% de la incidencia de tumores».