El tenista argentino Facundo Díaz Acosta concretó la mejor semana de su vida profesional al consagrarse campeón del Argentina Open sin ceder ningún set y luego de arrollar hoy en la final al chileno Nicolás Jarry por 6-3 y 6-4.
Díaz Acosta, oriundo de La Lucila, en Vicente López, y ubicado en el puesto 87 del ranking mundial de la ATP, brilló con luz propia durante una hora y 44 minutos para derrotar a Jarry (21), tercer favorito al título, y apoderarse del preciado trofeo del ATP porteño.
La cancha central del Buenos Aires Lawn Tennis Club, en el barrio porteño de Palermo, estuvo casi repleta con 5.500 almas que alentaron a rabiar al tenista argentino, quien pasó de ser un desconocido hace 15 días a adueñarse de todos los «flashes» del domingo.
El zurdo, quien ingresó al torneo merced a un «wild card» (invitación especial), brilló durante toda la semana en la que no cedió ningún set en sus victorias sobre el alemán Daniel Altmaier (53), al porteño Francisco Cerúndolo (22), al serbio Dusan Lajovic (58), el rosarino Federico Coria (106) y finalmente el chileno Jarry.
Díaz Acosta volvió a poner en lo más alto del mástil la bandera argentina luego de tres años, tras el título que Diego Schwartzman conquistó en 2021 (le ganó la final a «Fran» Cerúndolo) y elevó a 233 la cantidad de trofeos para el tenis nacional, siendo el más ganador de todos el enorme Guillermo Vilas con 62.
En el inicio del partido, Díaz Acosta activó una estrategia de juego que le dio rápidos resultados ante un pegador como Jarry que venía con la moral por las nubes tras haber sacado del torneo al gran «cuco», el español Carlos Alcaraz, segundo del planeta detrás del serbio Novak Djokovic.
El argentino intentaba contenerlo, para evitar que el chileno con su potencia lo tire para atrás en la cancha, y a su vez cargó sus golpes sobre el revés de Jarry, que erró muchísimo cuando lo buscaban por ese lado.
Díaz Acosta salvó tres breaks en el inicio del partido y luego quebró al chileno para adelantarse 3-1, eso generó la primera gran ovación de la tarde en «La Catedral» del tenis argentino.
El argentino se mantuvo firme con su servicio y cerró el set por 6-3 con mucha autoridad para obtener una ventaja importante luego de haber jugado un tenis impecable.
En las tribunas, los hinchas de Jarry estaban dispersos y eso evitó un clima similar al de una Copa Davis, de manera que cuando alentaban «Vamos Nico» enseguida llegaba la respuesta «Vamos Facu», en cambio cuando gritaban «Vamos Chile» irrumpía una silbatina atronadora del resto del estadio.
Díaz Acosta, con una llamativa madurez, ya que la semana pasada había cumplido su mejor actuación con su acceso a los cuartos de final del Córdoba Open, y esta la superó con el título, se mantuvo firme y no varió demasiado su estrategia de juego.
El zurdo logró otro quiebre en el inicio del segundo set que luego estiró a 2-0 con su servicio, a esta altura Jarry lucía contrariado y errático, lejísimos del tenista que se había cargado en fila al suizo Stan Wawrinka (60), el platense Tomás Martín Etcheverry (27) y sobre todo al murciano Alcaraz.
Díaz Acosta, en tanto, elevó su nivel al máximo consciente de que estaba ante una gran posibilidad puesto que dominaba al chileno casi a voluntad.
El momento de mayor tensión para el argentino fue cuando servía 4-3 y tuvo dos breaks en contra, que salvó con excelentes primeros saques, cambiando ritmo y dirección, y también beneficiado por el chileno que seguía fallando, sobre todo de revés.
Apoyado sobre su drive, el gran arma que tiene en su juego, no le dejó opciones a Jarry, quien golpeaba la pelota con su potencia habitual pero sus tiros quedaban la mayoría en la red, y así fue en busca de la gloria con su servicio y el marcador 5-4.
Díaz Acosta sirvió para partido y concretó su victoria con el sexto match point que dispuso en su favor, así cerró por 6-3 y 6-4 y desató un festejo con el público y con su entrenador Mariano Monachesi, quien lo forjó como tenista durante los últimos años.
En una final inesperada, Díaz Acosta se quedó con el título y dejó claro que su carrera es vertiginosa, al menos en las dos últimas semanas transcurre a alta velocidad. y su crecimiento le reportará un salto al puesto 59 del ranking mundial que la ATP dará a conocer esta lunes.
Como dato estadístico, Díaz Acosta le sacó máximo provecho a la invitación para jugar el torneo, luego de Mariano Puerta en 2005, cuando perdió la final con Gastón Gaudio, y el español David Ferrer en 2014, cuando se consagró campeón.