En París, el pasado miércoles la Torre Eiffel fue escenario de un nuevo récord mundial. La francesa Anouk Garnier ascendió, a pulso y con una cuerda, 110 metros llegando hasta el segundo piso del emblemático monumento francés.
De esta manera la deportista francesa rompió la marca establecida por el sudafricano Thomas Van Tonder, quién en 2020 trepó 90 metros de las torres de Soweto, ubicadas en Sudáfrica. «Es un sueño convertido en realidad. Es algo mágico«, aseguró Garnier.
Cómo fue el ascenso hasta el récord
Anouk Garnier, ancienne championne de course à obstacles, a pris d’assaut « la dame de fer ».
Elle a grimpé la Tour Eiffel à la corde pour établir un record du monde.
Un record pour la bonne cause au profit de la Ligue contre le cancer.▶ #JT13H #France2tv pic.twitter.com/HcOQZOM1US
— Info France 2 (@infofrance2) April 10, 2024
Con la fuerza de únicamente sus brazos y piernas, Anouk Garnier – doble campeona mundial de carreras de obstáculos – se propuso romper el récord de ascenso a pulso y con una cuerda. Así, el pasado miércoles, la deportista de 34 años comenzó a escalar el exterior de la Torre Eiffel.
Luego de 18 minutos de subida, la francesa logró alcanzar el segundo piso de la Torre Eiffel, estableciendo una nueva marca mundial de escalada al llegar a los 110 metros. Así, superó por amplio margen a Thomas Van Thonder, quién ostentaba hasta entonces el título cuando logró trepar 90 metros en las torres de Soweto, ubicadas en Sudáfrica.
Tras la hazaña, Garnier – entre lágrimas y visiblemente emocionada – aseguró que «es un sueño convertido en realidad. Algo mágico«. Además, la deportista explicó que pasó un año preparándose para el desafío: «Nunca dudé que podía hacerlo«.
La idea de romper el récord comenzó en 2022 cuando la deportista se proclamó campeona del mundo de carrera de obstáculos en su categoría de edad y vio como la danesa Steensgaard establecía una nueva marca mundial al escalar la Opera de Copenhague. Inspirada por su colega, Garnier comenzó a preguntarse que monumento podría escalar ella.
Así surgió la idea de que el escenario sea la Torre Eiffel. En ese momento, llegó uno de los capítulos más complicados de la aventura: convencer a patrocinadores para que le ayudasen.
La emoción de Garnier al finalizar el desafío también se explica por la presencia de su madre, quien se encuentra enferma de cáncer. Parte del espectáculo y el desafío estaba pensado para obtener fondos para la lucha contra esta enfermedad.
Tras unos días de reposo, Garnier volverá a las carreras de obstáculos y el 9 de mayo será una de las relevistas de la llama olímpica en Marsella. Además, será una de las embajadoras del programa de voluntarios de los Juegos Olímpicos de París.
París se prepara para los Juegos Olímpicos 2024
Este año, desde el 26 de julio al 11 de agosto, se llevaran a cabo los Juegos Olímpicos de París 2024. Será la edición 31° del evento deportivo más importante a nivel mundial, desde su primera edición en Atenas 1896.
De cara a los juegos, la capital francesa comienza a vestirse para la ocasión. En las últimas semanas, se confirmó que la Torre Eiffel, el mítico monumento francés, lucirá los cinco anillos olímpicos durante el evento deportivo.
Los anillos, que representan a los cinco continentes y son un símbolo de la universalidad del deporte, se instalarán entre el primer y el segundo piso del monumento, en la cara que da al río Sena, precisó Jean François Martins, presidente de la Sociedad para la Administración de la Torre Eiffel. La metalúrgica ArcelorMittal fue la encargada de ensamblar los anillos – hechos de acero reciclado fabricado en Francia – que, en conjunto, tienen 29 metros de largo y 15 de alto.
Como es tradición, en cada edición de los Juegos Olímpicos, los anillos son expuestos en un sitio emblemático de la ciudad anfitriona. En este caso, se prevé que la instalación de los mismos comience a fines de abril.
Además, finalmente se definió el escenario donde estará ubicada la llama olímpica, que será encendida durante la ceremonia de inauguración. El pebetero estará instalado en los jardines de las Tullerías, junto al museo de Louvre.
