Pocos saben que en la Ciudad de Buenos Aires se encuentra oculta una Estatua de la Libertad que incluso fue inaugurada antes que actualmente está emplazada en los Estados Unidos: ambas las hizo el mismo escultor francés y tienen una historia interesante para contar.
La Estatua de la Libertad “criolla” está oculta en uno de los 100 barrios porteños, más precisamente en Barrancas de Belgrano: fue inaugurada el 3 de octubre de 1886 y, a pesar de que fue vandalizada en la fecha de su centenario y parte de su estructura se oxidó, todavía se puede apreciar a escasos metros de la esquina de La Pampa y Arribeños.
Su “hermana mayor” no necesita introducción debido a que es la carta de presentación de los Estados Unidos a nivel mundial: esa Estatua de la Libertad, considerada como la original, está emplazada en una isla de Nueva York y pese a que fue obsequiada por el Gobierno francés mucho tiempo antes recién se inauguró el 28 de octubre de 1886.
Frédéric Auguste Bartholdi fue el encargado de realizar ambas creaciones, de hecho en la estatua que está el Belgrano se puede apreciar su firma en uno de los laterales de la obra. Además, existe una inscripción en la misma que su fundición fue realizada por la empresa parisina Val d´ Osne.
Cómo es la Estatua de la Libertad de Belgrano y cómo llegar a verla
La Estatua de la Libertad Estadounidense mide 93 metros de alto, pero a diferencia la que está emplazada en Belgrano solamente tiene 3 metros de altura. Su estructura es de hierro fundido y en un comienzo estuvo pitando de bronce, pero con el paso del tiempo y la erosión del sol se produjo un efecto de oxidación de la pintura, que se volvió verde.
La Estatua de la Libertad de Belgrano no se distingue a simple vista: está ubicada dentro del Parque Barrancas de Belgrano, rodeada de árboles y a unos 30 metros de la esquina de Juramento y Arribeños, cómo se mencionó anteriormente. Al estar ubicada en un espacio público, se la puede observar de manera gratuita.
