viernes 26, julio, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Semana de la miel: En La Pampa hay 320 apicultores y poseen 233.427 colmenas

En el marco de la Semana de la Miel, desde el Ministerio de la Producción acompañando a este sector, recomendó el consumo de miel proveniente de apicultores pampeanos y de fraccionadoras habilitadas.





La Pampa se sumó a la Campaña federal de promoción del consumo de miel, con el objetivo de revalorizar la cadena de producción apícola, generar conciencia de la importancia de la apicultura y de las abejas en el ecosistema, además de promover el consumo de miel resaltando su valor como producto natural.

En La Pampa actualmente hay 320 apicultores que poseen 233.427 colmenas, además se cuenta con 69 salas de extracción y 5 establecimientos fraccionadores, los cuales emplean miel producida en La Pampa que la comercializan en estado puro, fluida y cremada.

Actualmente La Pampa no realiza exportaciones directas, y gran parte de su producción tiene como destino la exportación nacional, representando el 12% de la mismas.

El consumo promedio, tanto en La Pampa como a nivel nacional, se estima que es de aproximadamente 200 gramos per cápita por año.

El Ministerio de la Producción recomienda el consumo de miel proveniente de establecimientos fraccionadores habilitados, lo cual garantiza que el producto reúna las condiciones establecidas por el Código Alimentario Argentino.

Las etiquetas de estos productos deben indicar que es de abejas, no se pueden emplear imágenes de abejas y/o colmenas si el producto no contiene miel pura de abejas, y no se recomienda el consumo a menores de 2 años.

PROCESOS

La miel es un producto de la colmena que proviene del proceso del néctar en miel, por intervención de las abejas (Apis melifera) y que otorga múltiples beneficios.

Se trata de un alimento energético con elevados contenidos principalmente de glucosa y fructosa (75-85%) y en menor proporción de otros azúcares. La proporción varía entre las especies botánicas de procedencia y origen geográfico. También contiene proteínas que aporta el polen y las glándulas bucales y faríngeas de la abeja.

Cuando la miel es extraída en establecimientos habilitados a ese fin, es fluida, y así permanece hasta el otoño e invierno que suele solidificarse por efectos de la cristalización de los azúcares. Un estado que se vuelve a restituir más tarde.

El color de la miel lo aportan las especies botánicas que visitaron las abejas para obtener el néctar y el polen. Es así que la miel posee una gama variable de colores que pueden ir desde casi incolora hasta rojo ámbar, pasando por pardo claro, con tonalidades verdes, hasta negro. En parte, el color responde a los pigmentos florales y a la condensación de azúcares con aminoácidos y proteínas. Sobre la base del color es posible realizar una clasificación preliminar de la miel.

Las mieles también presentan una diversidad de aromas y sabores ligados a la flora visitada por las abejas. Por ello es atractiva por una variedad de razones siendo el ‹flavor› la más significativa. Éste consiste en una serie de propiedades olfativas y gustativas reconocibles, pero también de un grupo de complejas propiedades subyacentes no identificables por separado.

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