Una familia de Santa Rosa denunció que el cuidador, entrenador y jockey de su caballo lo mató al inyectarle algún líquido, aún desconocido, en el cuello. “Teníamos mucha confianza con él. Atendía bien a los animales, no habíamos tenido ni siquiera una discusión”, se mostró sorprendida una de las dueñas del animal llamado Festín Texano.
A través de sus redes sociales, Belén Iriarte compartió videos de la cámara de seguridad e imágenes donde se observa que el hombre denunciado se acerca al caballo con una jeringa y luego el animal empieza a temblar hasta caer tumbado al suelo, publicó el diario La Arena. Mientras tanto, el cuidador lo desató, le quitó la capa y tomó su teléfono, aparentemente para llamar a alguien o sacar fotografías.
CÁMARAS DE SEGURIDAD
Una de las dueñas comentó que el hecho ocurrió el 5 de mayo. “El hombre que aparece en el video era el cuidador, entrenador y jockey del caballo. Teníamos mucha confianza con él, era prácticamente de la familia”, explicó y señaló que trabajaba con ellos desde hacía dos años.
“Un día nos mandó un mensaje que se había muerto el caballo, no sabíamos por qué y pensábamos que de un paro cardíaco. Fue uno de los veterinarios a hacer la necropsia, lo abrió, tenía un hematoma en la zona del cuello, pero no se tomó muestras de nada…”, desarrolló.
Días después miraron las cámaras de seguridad “pensando que podría haber sido alguna picadura, de una araña, víbora, cualquier cosa y nos enteramos de esto. Él estaba de viaje e hicimos la denuncia, pero teníamos que esperar que llegue. La Policía lo notificó y él negó absolutamente todo, a pesar del vídeo”. Belén explicó que el cuidador estaba habilitado para medicar al animal, pero “siempre preguntando antes de hacerlo. Ahora él negó que le haya puesto algo”.
“No sospechábamos porque teníamos mucha confianza con él. Atendía bien los animales, no desconfiábamos de nada, no habíamos tenido ni siquiera una discusión porque él estaba trabajando bien, en blanco, todo en regla, y pasó esto”, lamentó la joven. Insistió en que en el video “se nota bien cómo lo inyecta, lo desata, le saca la capa y barre para que no se vea todo el movimiento que hizo el caballo. Después de eso sacaba fotos, llamaba, no sabemos a quién. La justicia no está haciendo nada”.
Indicó que su abogado es Nicolás Casagrande y que por el maltrato animal lograron “una restricción de 90 días, donde no puede acercarse al campo ni a nosotros”. Pero la familia está molesta porque “ahora está en otro campo con otros caballos, anda suelto como si nada y no tenemos respuesta absolutamente de nada”.
