Directores, actores, productores y otros trabajadores del cine argentino denunciaron en el marco del festival de Cannes la probabilidad de que esa actividad «tenga poquísima o nula representación» internacional en los próximos años «porque el gobierno de Javier Milei marca un rumbo de hambre, ignorancia e intolerancia».
Esos protagonistas del espectáculo local posaron tras una bandera del país con la leyenda «Cine argentino unido».
«Esto no nos hace más libres ni más ricos, muy por el contrario, profundiza el rumbo marcado por el presidente Milei: hambre, ignorancia e intolerancia».
En un manifiesto, leído en español por los actores María Alché y Lorenzo Ferro desde la playa de la Quincena de Cineastas, una de las secciones paralelas del Festival de Cannes, los representantes de la industria lamentaron la actual situación.
Los profesionales cinematográficos recordaron que, en esta edición del certamen de la costa azul francesa, se presentaron en total siete películas participando en las distintas secciones, y que eso significa que el séptimo arte del país austral circulará por el mundo entero.
Esa presencia «solo es posible gracias al respaldo de políticas cinematográficas que durante años fomentaron activamente nuestra industria audiovisual, prolífica y reconocida a nivel mundial», recalcaron, de acuerdo con un informe publicado en el sitio del canal de televisión France 24.
«Sin embargo, actualmente nos enfrentamos a una parálisis absoluta. El Gobierno ha emprendido una cruzada contra la cultura, la ciencia y la educación», sostuvieron.
Enfatizaron que esas medidas no son una cuestión «meramente económica», dada la «mínima importancia» que los recortes tienen realmente en las finanzas públicas, sino que se trata «de un ataque ideológico».
Para ellos, el actual Gobierno «parece regocijarse en desmantelar las industrias culturales, privando a la Argentina de su identidad y atacando una fuente de empleo vital para decenas de miles de familias».
Al igual que con el cine, indicaron que eso también ocurre en otros ámbitos, como la universidad pública.
«Esto no es una coincidencia -argumentaron-, sino parte de la agenda de un gobierno antinacional que intenta promocionar como libertad la destrucción de nuestra memoria, nuestra tradición y nuestra soberanía cultural».
Además de en español, el manifiesto fue leído igualmente en inglés y en francés.
Entre los participantes de esta protesta figuraron nombres como los de los realizadores Hernán Rosselli y Federico Luis, que presentaron sendas películas en la Quincena de Cineastas y en la Semana de la Crítica de Cannes.
Pero también se sumaron algunos profesionales del cine de otros países y el director artístico de la Quincena de Cineastas, Julien Rejl.