Un estudiante de la UNLPam encontró ejemplares del género «Euathlus», al que corresponde esta nueva especie que está siendo descripta en la Universidad Nacional del Sur (UNS). El hallazgo resulta fundamental para ampliar el conocimiento de la biodiversidad en la Provincia y desarrollar estrategias efectivas de conservación.
Nicolás Peralta Seen es estudiante de cuarto año de la Licenciatura en Ciencias Biológicas e integrante del Grupo de Estudios Multidisciplinarios en Artrópodos (GEMA), de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, publicó el diario La Arena.
El 20 de octubre de 2022, el novel investigador encontró bajo unas rocas ejemplares del género «Euathlus», durante una campaña de colecta que realizó junto a sus profesores e integrantes del GEMA, Fernando Diez y Germán San Blas, en el marco de un proyecto de relevamiento, inventario y monitoreo de artrópodos en La Pampa que desarrolla este equipo. Era la primera vez que se veía este género en La Pampa pero había indicios de que podía ser ubicado debido al conocimiento existente sobre el área de distribución de estas arañas.
“Enseguida nos dimos cuenta que podía ser una nueva especie porque encontrar estos individuos en una zona tan remota, tan alejados de las especies que ya se conocen y, teniendo en cuenta la historia natural de estas arañas, daba cuenta de que era muy probable que fuera una especie nueva”, dijo Peralta Seen.
El trabajo minucioso de descripción de la morfología de la flamante especie (que es uno de los enfoques que se utiliza para determinar nuevas especies) lo está haciendo la bióloga Maite Allegue, como parte de la tesis doctoral que desarrolla en el grupo de Investigaciones Aracnológicas del Sur (GIAS) de la Universidad Nacional del Sur. Sus integrantes se dedican, en términos generales, a comprender el origen y a describir la diversidad de arañas, especialmente las «Mygalomorphae». Fueron quienes asesoraron a Peralta Seen en el método para recolectar las muestras.
Hasta el momento, pudo realizar los análisis moleculares que confirmaron que es una especie nueva, ya que la distancia filogenética es suficiente con el resto de las secuencias de ADN que se conocen del género «Euathlus».
“Necesitamos machos y hembras para realizar las descripciones morfológicas. Específicamente los machos son los que mas información proporcionan porque tienen caracteres interesantes, como los bulbos y las apófisis tibiales. En las hembras, por su parte, es importante saber la morfología de la espermateca para poder describir la especie”, aclara Allegue. El nombre de la especie lo deberán determinar el joven aracnólogo y el grupo de investigación bahiense, y se dará a conocer cuando se publique el trabajo en una revista científica.
“Esta nueva especie de tarántula pertenece a un género que tiene colores muy vistosos: desde tonalidades rosas hasta verdosas y amarillas. Disponen de un patrón en el abdomen, que es como un ‘parchecito’ que es distinto al resto de los pelos que uno ve normalmente en una araña y es muy visible. Pueden llegar a medir entre dos y tres centímetros sin contar las patas”, describe Peralta Seen.
Este género de arañas es que tiene un ciclo de vida lento y tardan mucho en llegar a la madurez sexual. Tienen una capacidad de dispersión limitada, que se traduce en un alto nivel de endemismo local debido a su restringida distribución geográfica. Esto es: cuando nacen las crías no se van muy lejos de donde está establecida la población; por lo tanto, se encuentran en zonas muy específicas y cualquier perturbación grande puede terminar con esa población.
“Si tardan 5 años en llegar a la adultez y en el medio ocurre la destrucción del ambiente por un incendio, es muy probable que esta especie vaya a extinguirse fácilmente. Ya ha ocurrido con algunas tarántulas en otros lugares del mundo”, explica el estudiante, que planea hacer su tesina de grado sobre la araneofauna en La Pampa.
Desafíos en la conservación.
En un contexto global en el que la diversidad biológica se encuentra amenazada por la acción humana, resulta paradójico que se encuentren nuevas especies. En 2018, Jean Boubli, profesor en el Centro de Investigación de Ecosistemas y Ambiente de la Universidad de Salford, Inglaterra, dijo que esta dicotomía se explica por el reavivado interés por la biodiversidad de las naciones del mundo, que son concientes de que hay que aunar esfuerzos para combatir la extinción de especies. Por lo tanto, escribió en la revista «The conversation», “muchos científicos y ecologistas realizan expediciones científicas a zonas poco exploradas de la Tierra para catalogar la riqueza de especies que nos rodea”.
Peralta Seen comenta que La Pampa es un agujero negro en general con relación a la información que se tiene sobre muchos grupos de animales. “Entonces, no nos sorprende demasiado encontrar ‘cosas’ nuevas. De hecho, estamos trabajando para que todo se conozca: lo nuevo y lo que ya se sabe que existe, que no es de menor valor. Hay que tener en cuenta que La Pampa es una zona de transición, en la que hay regiones fitogeográficas que son atractivas para realizar un estudio abarcativo de todo lo que se encuentra”.
No siempre es apropiado dar a conocer la localización precisa del lugar donde se descubre una nueva especie. Sobran ejemplos alrededor del mundo en los que se dio a publicidad el lugar de un hallazgo con resultados perjudiciales, sobre todo en áreas no protegidas: una vez hecho el anuncio, quienes comercian con la fauna fueron a buscarla. Es por ello que en esta publicación para Argentina Investiga no se da conocer dónde se encontró exactamente esta especie.
De hecho, el comercio de especies silvestres es una de las principales amenazas a la biodiversidad. Un estudio internacional publicado en 2022 en la revista científica «Communications Biology» alerta que los efectos del comercio de arañas suelen pasar desapercibidos si se los compara con otros grupos de animales. Los resultados de este trabajo indican que las tarántulas forman parte de un taxón muy popular para el mascotismo a nivel mundial y que hasta el 50% son objeto de comercio, incluido el 25% de las especies descriptas desde el 2000.
En los últimos años ha crecido la demanda y oferta de arácnidos en internet, a través de las redes sociales y plataformas, que son los canales donde se efectúa la transacción comercial. Una de las autoras de este trabajo científico citado en el párrafo anterior, Alice Hughes, declaró a la revista «Slate» que una de las motivaciones de este comercio es la novedad. “Quieres tenerlo antes que nadie”, afirmó. Y destacó que es importante tener en cuenta que muchas de estas especies tienen un alcance muy limitado. “Puede que solo haya una pequeña población en un área reducida. Entonces, si los recolectores van allí, podrían tomar toda la población silvestre para el comercio de mascotas, y es posible que los científicos no sepan que esto sucedió hasta que ya es tarde. Vuelven a revisar un sitio y ya no encuentran la especie”.
Este no parece representar, por ahora, un problema en La Pampa. La Dirección General de Recursos Naturales no ha realizado hasta el momento decomisos que involucren arañas. La fauna que se suele decomisar, en mayor proporción, son aves, como el emblemático cardenal amarillo, cuya subsistencia se encuentra amenazada. No obstante, las acciones de conservación, en principio, incluyen preservar el ambiente donde viven estas arañas, prevenir el posible tráfico ilegal para su comercialización, desarrollar campañas de educación en las que se genere conciencia en la población acerca de que no son mascotas, que no son peligrosas ni agresivas y que ofrecen servicios ecosistémicos. Cuando una nueva especie sale a la luz producto del trabajo científico rápidamente se asume el compromiso de desarrollar acciones de conservación.