La abogada de la castense Yanina Coronel, la joven que fue condenada por el intento de homicidio de su pareja y padre de su hijo, reveló ayer que el policía Gabriel Páez Albornoz se acercó dos veces a su hijo y a la abuela materna violando la restricción perimetral que estableció la Justicia de Familia. El efectivo policial, que trabaja en la Unidad Regional I de Santa Rosa, salvó su vida de milagro luego que su esposa lo envenenó con un licuado.
En el juicio en su contra, la joven declaró que su vida y la de su hijo corrían peligro porque Páez Albornoz la golpeaba. El tribunal que la juzgó la condenó por el intento de homicidio y no tomó en cuenta su versión, que ponía el episodio en un contexto de violencia de género. Sin embargo, su abogada defensora, Camila Aimar, apeló el fallo y logró que el Tribunal de Impugnación Penal le redujera la pena, al tomar en cuenta que el agente ejercía violencia sobre ella.
Desde que Coronel purga su condena, ahora de cinco años, en una comisaría de Santa Rosa, su pequeño hijo, por decisión de un juez de Niñez y Adolescencia, quedó al cuidado de su abuela materna y el padre, Páez Albornoz, está impedido de acercarse a él.
Cumpleaños.
La primera violación de la restricción de acercamiento, según Aimar, ocurrió durante el cumpleaños del niño. “Fue en el lugar donde se festejó el cumpleaños, que fue un salón infantil, porque Páez ya tenía conocimiento de esto, porque nosotros tiempo antes habíamos pedido una medida extraordinaria para que Yanina pudiera ver al nene o asistir al cumpleaños. Como Páez es parte querellante en la causa contra Yanina, la Justicia lo notificó de la solicitud y así supo del lugar y la hora donde iba a estar la criatura”, explicó Aimar.
El Policía tiene un dispositivo y si viola la distancia que debe mantener, se activa otro que está en poder de la abuela materna del niño. “Empezó a sonar y todos los invitados entraron en modo alerta porque no sabían lo que pasaba, pero lo más paradójico fue que nadie del Cecom se comunicó con ella para ver qué pasaba, ni fue un patrullero”, denunció.
Coronel realizó inmediatamente una denuncia online, desde su celda, ante el Ministerio Público Fiscal (MPF). A raíz de esa presentación, se abrió un legajo penal contra Páez, en el que Aimar se presentó como querellante en representación de su defendida. “Tomé conocimiento por la abogada de Familia que se había creado este legajo. Ella fue la que denunció todos estos hechos en ese legajo y automáticamente el MPF inició un legajo en donde investigan una posible desobediencia judicial. Nos presentamos como querellantes y todavía no tenemos respuesta”, afirmó.
Visita.
La segunda oportunidad en que el efectivo violo la restricción se produjo este martes. “Yanina está detenida en la Seccional Sexta. Está al cuidado de personal policial y parte de ese personal policial ha compartido la escuela (de Policía) con Páez Albornoz, entonces tienen cierto amiguismo, no digo todas, porque la tratan muy bien, pero algunas celadoras sí”, explicó.
El martes la mamá de Coronel llegó con su nieto a la Seccional para visitar a su hija y cuando se retiraba con el pequeño sintió que se activó el dispositivo. “Nosotros sospechamos que alguien tiene que haberle informado a Páez desde ahí adentro. Yo creo que lo hace para hostigar a Yanina, porque ella cree que su hijo está en peligro. La mamá de Yanina es una persona mayor, muy fácil de reducir para Páez y ella cree que el nene está en grave peligro”, explicó.
A la Corte.
Luego de la decisión del TIP de reducir la pena a su defendida, atendiendo al argumento defensivo de la existencia de una situación de violencia doméstica previa al intento de homicidio, Aimar volvió a presentar una apelación ante el Superior Tribunal de Justicia. “Ante el TIP había pedido dos cosas: por un lado la absolución de Yanina porque hay muchas cuestiones técnicas para replantearse, y en forma subsidiaria, que se le reduzca la pena a 5 años por esta cuestión de violencia. El TIP hizo lugar parcialmente, porque no aceptó la absolución pero sí la reducción de la pena a cinco años”, recordó.
En su recurso de casación, Aimar pidió lo mismo al STJ: la absolución por cuestiones técnico jurídicas que para ella dañan el proceso y lo vuelven nulo -apunta a la mala actuación policial y a una instrucción fiscal viciada- y, si rechazan ese planteo, la reducción de la pena de cinco años que le aplicó el TIP.
“Mi meta es llegar a la Corte Suprema porque sé que acá en La Pampa la absolución no me la van a dar porque sería reconocer que la investigación de la policía y la instrucción fiscal preparatoria estuvieron viciadas. Hay que ser realistas y entender que si me aceptan eso en La Pampa se pueden caer un montón de causas y eso no va a ocurrir”, concluyó.