viernes 26, julio, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Lety, la pampeana que devolvió $ 12,5 millones

Leticia Elizabeth Lucero, una trabajadora social, fue –el jueves- hasta la sucursal del Banco de La Pampa en Santa Isabel para hacer una transferencia de más de 12 millones a la municipalidad de Algarrobo del Águila. ¿Qué pasó? Un día antes, por error, había recibido ésa cifra por una prestación de servicios que una tecla, la de punto por coma, transformó los 124 mil en 12.4 millones. La mujer no dudó en devolverlos y plasmó una verdadera cátedra de honradez.





Leti es empleada de la municipalidad de Santa Isabel donde participa activamente del programa Cumelén, pero también hace tareas de cuidado de adultos menores.

Esta semana, al consultar su saldo, no podía salir de su asombro porque que en su caja de ahorros le había ingresado un depósito de más de 12 millones de pesos.

Inmediatamente supo que se trataba de un error porque su evolución económica lo hacía inviable.

Rápidamente averiguó y supo que se trataba de una transferencia que le habían efectuado desde la Tesorería de la Municipalidad de Algarrobo del Águila. Ahí cayó en cuenta que los primeros números coincidían con una prestación de servicios a la mencionada comuna por 124 mil pesos.

“No era dinero mío”. 

La trabajadora reaccionó rápidamente, avisó a la comuna algarrobense e inició las tramitaciones para su devolución. En su Facebook subió el ticket de la transferencia que realizó a las 8.44 del jueves desde su caja de ahorros a la comuna de Algarrobo del Águila.

“Hoy devolví 12.431.492 pesos. Ésos millones me abrían solucionado mi economía, le daría mejor calidad de vida a mis hijos, pero no son míos, y  los devolví peso por peso”, dijo con su orgullo de honestidad.

La humilde mujer explicó que movilizó su noble y destacable acción. «Esta soy yo, ni más ni menos, una mujer auténtica que jamás se quedaría con algo que no me pertenece. Yo siempre digo que lo que quiero me lo gano solita, soy digna de mi sueldo de lo que tengo con honradez”, comentó.

Finalmente, Leticia resaltó la educación que en el seno de la familia le dieron sus progenitores. “Gracias a Dios y a mi padre por hacerme la mujer que soy: millonaria de corazón humilde, sin dinero pero feliz», concluyó esta admirable mujer digna del oeste pampeano.

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