La polaca Iga Swiatek se adjudicó el sábado su tercer título consecutivo del Abierto de Francia al aplastar a la italiana Jasmine Paolini por 6-2 y 6-1 en la final, afianzándose como la reina de la tierra batida en el circuito femenino.
La número uno del mundo, cuatro veces campeona de Roland Garros, suma ahora cinco títulos en torneos del Grand Slam.
Swiatek es la tercera jugadora, tras Justine Henin (2005-07) y Monica Seles (1990-92), que levanta la Copa Suzanne Lenglen tres años seguidos desde que el tenis se hizo profesional en 1968.
La victoria consecutiva número 21 de Swiatek en París la sitúa en el cuarto puesto de la lista de rachas de victorias más largas en Roland Garros en la era abierta, sólo por detrás de Chris Evert (29), Monica Seles (25) y Justine Henin (24).
La jugadora de 23 años, que llegó a París en el mejor momento de su carrera tras haber ganado los títulos de Madrid y Roma, amplió este año su racha de victorias en tierra batida a 19 partidos, la mejor de su carrera.
«Es increíble estar aquí, me encanta este lugar. Honestamente, espero cada año para volver aquí. Estuve a punto de quedar fuera del torneo en la segunda ronda, así que gracias a todos por apoyarme y animarme. Ha sido un torneo muy emotivo», declaró Swiatek tras levantar la copa Suzanne Lenglen.
Paolini, duodécima cabeza de serie, rompió el saque de su rival para ponerse 2-1 en un gran comienzo de partido antes de verse superada por Swiatek, que ganó 11 de los 12 juegos restantes.
Paolini, tercera italiana después de Francesca Schiavone y Sara Errani en alcanzar la final de Roland Garros desde que el deporte se profesionalizó en 1968, se derrumbó en el sexto juego y ya no pudo hacer nada ante la polaca.
Swiatek, especialista en tierra batida, dominó los intercambios desde la línea de fondo para sentenciar el primer set en 37 minutos, tras ganar 20 de los 24 puntos en juego desde que quedó en desventaja en el marcador.
Paolini recibió el apoyo del público cuando ganó algunos puntos al principio del segundo set, pero Swiatek rompió dos veces su servicio para ponerse 4-0.
Swiatek, que sólo cedió un set en todo el torneo, ganó 10 juegos consecutivos antes de que Paolini lograra quedarse con un game, pero eso no detuvo su marcha.
«Creo que jugar en tu contra es el reto más difícil del tenis», dijo Paolini a Swiatek.
«Han sido como 15 días, quizá más, los que he estado aquí. Los mejores días de mi vida. Y todavía sigue, porque mañana estaré en la final de dobles (…) Han sido días muy intensos y estoy muy contenta. Estoy orgullosa de mi equipo por estar aquí, hoy ha sido muy duro, pero estoy orgullosa de mí misma de todas formas», agregó la italiana.