La maestra jardinera Patricia Meder se dializó durante más de tres años porque «una infección en la garganta mal curada cuando era niña» le paralizó los riñones. Hace poco más de ocho meses recibió el órgano de un donante cadavérico de Neuquén y ahora pretende derribar mitos y concientizar sobre la importancia de la donación de órganos. «Los órganos no van al cielo, van a otras personas a las cuales les cambia la vida y por cada donante cadavérico hay siete personas que se pueden beneficiar y recibir vida», destacó la entrevistada en una entrevista con Radio DON 101.5 Mhz.
«Estadísticamente, en este primer semestre, hay más de 7 mil personas que necesitan un trasplante para salvar su vida, hay más de 700 personas que fueron trasplantadas y 350 personas donaron sus órganos. Por año hay 7.44 donantes por cada millón de habitantes o sea que está la concientización en marcha y mi idea es acompañar a esas personas que están en una situación similar a la que yo estuve hasta hace ocho meses», resaltó.
La docente de Nivel Inicial y esposa del actual juez de Paz local, Fabio Segundo Cuadrelli, recordó que en 2018 comenzó con las diálisis porque dejaron de funcionar sus riñones. «Durante más de tres años hice diálisis peritoneal con un catéter en la panza. Me conectaba cada cuatro horas en mi casa e ingresé en la lista de espera nacional del Incucai para acceder al tan ansiado riñón de un donante cadavérico, porque no surgió compatibilidad entre quienes pretendían donarme el órgano porque mi cuerpo tiene mucho anticuerpos que son importantes porque me protegen de condiciones externas, pero también me protege de órganos externos», relató.
La jardinera intentó que las diálisis no afectaran su «vida cotidiana» y continuó «trabajando normalmente». Afrontó «varias peritonitis» porque estaba propensa a las infecciones. «Siempre seguí adelante con la cabeza bien puesta en el tratamiento porque es importante para la recuperación», enfatizó.
Tuvo dos operativos fallidos para acceder al órgano. «El procedimiento es totalmente transparente y está coordinado por el Incucai. La primera vez viajé por el 50 por ciento de un riñón, y dos personas teníamos compatibilidad, pero la otra mujer estaba primera. La segunda vez me dijeron que no viaje porque estaba octava en la lista. Y la tercera vez tuve la gran novedad que era una de las primeras de un donante y el Día Nacional del Trasplantado -el 30 de mayo- se cumplieron ocho meses del trasplante», relató.
Medicina y espiritualidad.
Meder es paciente de la Fundación Favaloro, pero en La Pampa la atiende el nefrólogo Fernando Follis. «Es castense y es una genialidad que tenemos en La Pampa», aseguró.
Hoy que abandonó las diálisis habla con mayor tranquilidad, reconoce que hubo «un antes y un después» de la exitosa intervención quirúrgica y respira aliviada porque «recuperé la calidad de vida».
«La familia es el soporte fundamental que tenemos en estos casos, porque ahora después de cuatro meses recién pude salir al mundo, pero debo tener muchos cuidados hasta transcurrido el año del trasplante», explicó.
«La seño» del JIN 10 de Eduardo Castex reconoce que experimentó cambios en estos años. «Me transformé en una persona muy espiritual para poder sostenerme en el tiempo con la cabeza positiva. Porque nunca me alejé de la medicina, pero hice todo lo que se te ocurra para poder sanar espiritualmente y me ayudó a tener la cabeza posicionada en recuperarme porque tengo mi familia y una nieta», expresó.
Patricia conoce «todo» de su donante, pero evita explayarse porque falleció «en una situación muy particular».
«Cuando me dijeron quién era mi donante y en las circunstancias que se produjo, lo pude buscar en internet y era una persona muy joven, por lo cual la situación fue un poco más complicada de lo habitual. Me parece que no tendré contacto con la familia porque la situación no da en este momento, pero todos los días hago algo por él», resaltó.
-Después del trasplante, ¿qué fue lo que pudo volver a hacer y más la impactó?
-Cuando me trasplantaron y pude volver a ir al baño y hacer pis, no lo podía creer. Estuve más de tres años sin ir al baño. Había perdido hasta el olor del pis. La enfermera se emocionó al ver mi cara.
Concientización.
Meder destacó que es necesario concientizar que «haya donantes para que haya trasplantados», pero también resulta imperioso derribar ciertos mitos porque «es imposible que te rapten para sacarte los órganos» porque «el órgano debe estar en condiciones y con cuidados intensivos».
«El donante cadavérico -explicó- debe tener muerte encefálica en la terapia intensiva de un hospital, para que el resto de las funciones del cuerpo se pueda mantener artificialmente para que se realice la ablación donde el Incucai coordina la ablación e implante, porque es el único organismo que impulsa, normatiza, coordina y fiscaliza todas las donaciones y supervisa el trasplante de órganos, médula o tejido».
«A ocho meses de que me cambiara la vida, trato de concientizar que uno debe explicitar qué quiere hacer con su cuerpo si alguna vez le sucede algo, para que toda la familia lo sepa, porque a veces son situaciones muy dolorosas y las personas que rodean al paciente no tienen la cabeza puesta en este tema, deben tomar una decisión con rapidez y se convierte en un proceso aún más doloroso y complicado», expresó.