El efecto de las políticas económicas implementadas por la gestión de Javier Milei está haciendo estragos en la provincia de La Pampa. A la falta de transferencias, el desfinanciamiento del déficit previsional y la paralización de la obra pública se le suma otro aspecto: la destrucción del empleo asalariado registrado.
En los últimos días, se han reflejado los despidos que se registran en distintos sectores producto de la caída en las ventas, consecuencia de la recesión en la que entró el país, principalmente la industria vinculada a la construcción, como es el caso de Durlock, y el comercio. A modo de ejemplo, en el norte provincial hubo cierre de 32 pymes y 105 personas quedaron en la calle, mientras que en Santa Rosa y Toay la cifra de despidos ascendió a 238 en cinco meses, publicó el diario La Arena.
El oscuro panorama planteado por las organizaciones gremiales y por el Gobierno provincial también tiene su correlato en las estadísticas oficiales que emite la gestión libertaria a través de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, que depende del Ministerio de Capital Humano. El área publicó el informe «Situación y evolución del trabajo registrado (SIPA)» de julio con datos de abril de este año, los últimos disponibles.
El estudio presenta datos alarmantes sobre el empleo formal. En el caso de La Pampa, en el cuarto mes del año se contabilizaron 39.500 asalariados registrados lo que representa una caída del 2,8 % en comparación con el mismo período de 2023, cuando la cifra se ubicó en 40.600. La traducción de este porcentaje es que se perdieron unos 1.100 empleos formales.
Otro mes a la baja.
El propio informe de Nación remarca que en el país «se comenzaron a verificar caídas del empleo a partir de septiembre de 2023», pero que desde enero de 2024, tras la asunción de Milei en la Presidencia, «se intensificó el proceso de destrucción de empleo». La Pampa no fue ajeno a ese escenario y en abril de este año sumó su cuarta caída consecutiva: -0,5 % en enero, -0,8 % en febrero, – 0,9 % en marzo y -0,6 % en abril.
Con estas cifras, se ubicó en el lote de jurisdicciones que presentaron descensos en la tasa. «A nivel regional, en diez de las veinticuatro jurisdicciones el empleo asalariado registrado privado creció en la comparación con el mes anterior, mientras que en catorce se redujo», señala el documento.
«Las provincias que expandieron el empleo en el último mes fueron: La Rioja (+1,8%), Tucumán (+1,4%), Jujuy (+0,8%), Neuquén (+0,7%), Corrientes (+0,5%), Catamarca (+0,4%) y Salta (+0,4%). Dentro del grupo de provincias donde el empleo se redujo, las de mayor caída fueron: Santa Cruz (-3,6%), Tierra del Fuego (-1,3%), San Juan (-1,1%), San Luis (-0,6%), Formosa (-0,6%), Chaco (-0,6%) y La Pampa (-0,6%)», detalla.
A nivel nacional.
El informe precisa que en abril de este año se contabilizaron 10,146 millones de personas con empleo asalariado registrado (incluyendo el sector privado, el sector público y el trabajo en casas particulares) y 3,081 millones de personas con trabajo independiente (monotributistas y autónomos). «El conjunto de personas con empleo asalariado registrado mostró una caída del 0,2% en el último mes, lo cual se traduce en 18,9 mil personas menos con un empleo asalariado. Se observaron caídas de empleo en todas las categorías de empleo asalariado: personal en casas particulares (- 0,6%), sector privado (-0,2%) y del sector público (-0,1%)», añade.
En el caso del trabajo independiente, hubo una caída del -0,3 % en relación al mes anterior (9,3 mil trabajadores menos). El empleo monotributista se mantuvo estable, mientras que el monotributo social registró una caída del 1,2% y autónomos una del 0,7%
Si la comparación es interanual, el total de trabajadores con empleo asalariado se redujo un 0,7% (-74,0 mil trabajadores). «Esta retracción del empleo asalariado obedece al retroceso mostrado por el sector privado y el personal de casas particulares (-1,3% y -3,7% respectivamente). Por el contrario, el empleo en el sector público se expandió un 0,8% en los últimos doce meses», detalla.
El trabajo independiente en su conjunto se expandió un 5,2% interanual (+151 mil trabajadores). El conjunto del trabajo independiente fue impulsado por el monotributo (creció +8,2%). Por su parte, el monotributo social se mantuvo relativamente estable (+0,2%), mientras que el número de aportantes al régimen de autónomos se redujo un 1,9%.
En el sector privado en particular, en abril se registraron «6,257 millones de personas con empleo asalariado en el sector privado. Respecto al mes anterior, en términos desestacionalizados, se observa una variación del -0,2% (-12,9 mil personas)».
El documento destaca que se observa una «una desaceleración en la magnitud de la contracción del empleo asalariado registrado privado en relación a las variaciones mensuales negativas observadas en los primeros tres meses del año. La caída del empleo formal que alcanzó al -0,2% en abril, equivale a la mitad de la reducción verificada en febrero y marzo (-0,4%) y alrededor de una tercera parte de la observada en enero (-0,6%)».
Por ramas.
Si se desglosa por actividad, el informe indica que hay «comportamientos heterogéneos». En ocho sectores se verificó una caída en la cantidad de trabajadores, en dos se observó estabilidad, mientras que en cuatro se verificó un crecimiento mensual.
«Las ramas de actividad que crecieron fueron Pesca (+1,2%); Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (+0,5%); Enseñanza (+0,3%) y Hoteles y restaurantes (+0,2%). Los sectores que presentaron las mayores contracciones fueron: Construcción (-2,2%); Industrias manufactureras (-0,4%); Suministro de electricidad, gas y agua (-0,3%) y Explotación de minas y canteras (-0,2%)», agrega.
En términos interanuales, el conjunto de la economía registrada del sector privado presentó una variación de -1,3%. El estudio lo adjudica a la caída en la Construcción, que fue del -19,6 %. Esto «neutralizó» la expansión que mostraron otras ramas productivas y «es la que explica buena parte de la caída general del empleo en el último año».