El árbitro pampeano de vóley Osvaldo Sumavil (55 años), se encuentra en Francia en donde dirigirá los Juegos Olímpicos París 2024, que comenzaron –el miércoles- con algunas disciplinas, mientras que el viernes será el acto de inauguración en el río Sena.
Sumavil, que nació en Santa Rosa y vive en La Plata, se desempeñará como árbitro en la disciplina beach volley junto al español José María Padrón. Los primeros JJ.OO del juez argentino fueron los realizados en Londres 2012.
«Voy a estar en mi cuarto juego olímpico consecutivo, un récord que solo podrá igualar Padrón», dijo en referencia a uno de sus mejores amigos dentro del ambiente, al tiempo que agregó: “Pero si contamos los Juegos Olímpicos de la Juventud de Nanjing 2014 y Buenos Aires 2018, si es un verdadero récord en el universo del arbitraje”.
«Mirando atrás me cuesta creer que empecé con el objetivo de dirigir por el mundo y el sueño de ser olímpico, y que hoy estaré en mi cuarto Juegos y nada menos que en París. Me llena de emoción y orgullo», resaltó.
Sumavil es el primer árbitro internacional de beach volley en la historia argentina, una referencia no solo en el país sino en muchísimos sitios. Disfruta tanto de enseñar como aprender continuamente, en cada partido que lleva adelante. Y al ser uno de los principales dentro de la Federación Internacional de Voleibol, lo ha llevado a dirigir finales mundiales de Grand Slam en Argentina, Brasil, Estados Unidos, Rusia, Suiza, Noruega, Finlandia, Chipre, Croacia y Holanda, entre otros países. Sea donde sea, con el mate de compañía.
“En París espero vivir la mágica atmósfera deportiva que solo puede generar un Juego Olímpico, el sueño de los atletas a flor de piel, el entusiasmo de miles de voluntarios y la emoción de los espectadores”, y recordó que los JJ.OO de Tokio 2020, en plena pandemia, “no pudo transmitir eso».
Sostuvo: “Tengo pensado y decidido disfrutar profundamente cada instante, cada simple detalle. Y en lo profesional, me siento fuerte y con la capacidad, el ánimo y la voluntad de dar el 100 por ciento para contribuir que todo sea una fiesta. Y como siempre, que el espectáculo sean los atletas».
Sus inicios.
«Comencé a dirigir beach volley casi por casualidad el año 1997, cuando el Circuito Nacional llegó a La Plata, más precisamente a Punta Lara en un parador llamado “La Playita”, rememoró Sumavil, quien es el actual presidente de la Asociación Regional de Vóleibol Amateur (ARVA), entidad que engloba a los clubes platenses, berissenses y ensenadenses.
Recordó que en ese entonces lo invitó a dirigir José Luis Rifourcat, uno de los artífices de su incursión en el vóley playa. “Posteriormente, Javier Sala me da la oportunidad de seguir con el Circuito Nacional que continuó en La Costa (Pinamar, Villa Gessel y Mar del Plata)».
En la Escuela 221.
«Mi deporte de niño y en mi adolescencia fue el fútbol y el atletismo, pero en el colegio secundario me encontré con un grupo de compañeros que jugaban al vóley y ese fue mi primer contacto con el deporte y lo adopté para siempre jugando en la Escuela 221″, dijo.
«Sin fundamentos técnicos por no practicar de niño, no me quedó otra alternativa que dedicarme a dirigir, y así fue que en 1988 tuve la oportunidad de hacer un curso de arbitraje nacional en Neuquén y conocí a uno de mis grandes profesores, prócer del arbitraje mundial Juan Ángel Pereyra».
El crecimiento.
Sumavil comentó: “El crecimiento que tuve en el arbitraje me lo permitió sin dudas ARVA; y el voley playa nacional, cuando participé del Tour Mundial en Mar del Plata en 1999 como juez de línea y en el 2000 como árbitro nacional», y reconoció que en esos primeros años La Plata y vinculándose con una asociación que daba sus primeros años (fundada en los inicios de los 90′), entendió que quería hacer carrera en el beach volley.
Sostuvo que el arbitraje le dio grandes amistades. “Desde siempre José María Padrón (España), Jonas Personeni (Suiza), de quienes aprendí mucho además, como también de Babys (Grecia) Juan Saavedra (Colombia), Lenny Rivera (Puerto Rico), Davide Crecentini (Italia), Regis Fonseca (Brasil), entre otros más».
Tras recordar que dirigió a grandes jugadores, agradeció a Marcelo Wangler (de la Confederación Sudamericana de Voleibol), a los maestros Darryl Friesen, Elzir Martins, Pedro García, María Amelia Villasboas. Y sobre todo a FEVA por el apoyo permanente y especialmente a Juan Gutiérrez, Juan Sardo, a Fabián Ramón, la Secretaría Nacional de Arbitraje. Y por el apoyo de siempre al Negro Pereyra y Willy Paredes».