En General Pico se produjo un extraño episodio que provocó una enorme pérdida para la cultura: el operador pretendía colocar el tambor de la película en el proyecto, la combustibilidad provocó una explosión y se incendió totalmente el edificio. El trabajador sufrió quemaduras en “varias partes del cuerpo” y fue internado en “estado delicado”.
Corría el mes de agosto de 1937, cuando un lamentable episodio incendió totalmente el edificio del cine que explotaba el empresario Domingo Filippini. En estos días, googleando encontramos una fotografía del viejo Cine Belgrano, cuyo registro pertenece a la Colección Fillipini y la publicó la Fototeca Bernardo Graff.
En la edición del jueves 26 de agosto de 1937, el periódico La Voz del Norte tituló: “Un incendio destruyó totalmente el Cine Belgrano de General Pico” y agregó: “las pérdidas ocasionadas se estiman en 20 mil pesos”, obviamente de aquellos años.
La crónica periodística detalló que el domingo previo, un “voraz incendio” destruyó “totalmente” el edificio del cine piquense. Y narró: “se realizaba en esa sala de espectáculos, que arrienda el conocido empresario Domingo Filippini, la sección nocturna a la que concurrió numeroso público”.
“En un intervalo de la función y a raíz de haberse prendido fuego en una parte de la película, en momentos que el operador colocaba el tambor de la película en el aparato proyector, la combustibilidad del material hizo que rápidamente el fuego tomara incremento, propagándose en forma violenta a todo el edificio”, narró.
El edificio era propiedad de la firma Priante y Pangallo, y estaba asegurado en $ 20 mil de esa época, y el empresario Filippini tendía otra póliza por una suma de $ 10.000, ambos con la compañía La Numancia.
AYUDA DE VECINOS Y SIN BOMBEROS
El periódico castense destacó que “las autoridades que concurrieron al lugar del suceso desde los primeros momentos, en unión de varios vecinos, se limitaron a evitar que el fuego se propagará a los edificios vecinos, entre ellos el del Banco Español, ya que en General Pico se carece totalmente del material necesario para recurrir en auxilio de un incendio”.
“El fuego como antes decimos, destruyó totalmente el edificio y sus instalaciones, habiendo quedado del siniestro únicamente las paredes y un montón de restos de hierros retorcidos, vigas, chapas, maquina proyectora, butacas, etc” agregó.
“Felizmente no hubo que lamentar desgracias personales entre el público que había concurrido a la función, solamente el operador de la sala, señor Tello Casado, sufrió graves quemaduras en distintas partes del cuerpos, siendo su estado delicado”, concluyó el informe periodístico.
(*) Por Coclete Rosa
