Con un fallo dividido de sus integrantes, la Cámara Civil de Apelaciones revocó una sentencia de primera instancia y ordenó el desalojo del local de la confitería La Recova. De esa manera Antonio Corredera –actual ocupante del inmueble– debería desocuparlo y pasaría a manos de los hermanos Liliana, Daniel y Carlos Ortiz.
La sentencia tuvo un primer voto de la jueza Laura Torres que mantuvo que Antonio Corredera era poseedor y propietario del local; en tanto Marina Álvarez dijo todo lo contrario y que el actual ocupante debe desalojarlo. Fue acompañada en ese sentido por el titular de la Cámara de Apelaciones, Guillermo Salas, que de esa manera decidió la cuestión en favor de los intereses de los Ortiz, publicó el diario La Arena.
Recurso extraordinario.
Se trata de un conflicto de vieja data –el litigio tiene más de dos décadas–, que ahora tuvo un nuevo capítulo que al parecer no será el último. La abogada de Corredera, Rosa Arosteguichar dijo que “el fallo de la Cámara no es de cumplimiento inmediato” porque queda la posibilidad de interponer un recurso extraordinario. Fue un voto dividido, igual que lo que pasó con el incidente de nulidad de cosa juzgada írrita”.
“No es verdad que no haya más recursos. Siempre se pueden interponer recursos extraordinarios”, reafirmó.
Corredera detenta la posesión.
En el fallo –que se puede observar en el portal de sentencias del Poder Judicial provincial– se puede leer que la Cámara consideró a Antonio Corredera “ocupante” y que detenta la propiedad de una manera que ya fue declarada en un fallo “nulo de nulidad absoluta”. De tal manera que la esquina de Yrigoyen y Avellaneda debería pasar a manos de los Ortiz.
Cabe recordar que en primera instancia esa pretensión de los Ortiz había sido rechazada por la juez Ivana Álvarez Burgos.
Apelada que fue esa sentencia, devino en esta nueva decisión de la Cámara que se conoció en las últimas horas.
“Nulidad absoluta”.
La jueza Marina Álvarez mencionó que Corredera no podía comprar ningún inmueble que pudiera pertenecer a Nazareno Camarero –antiguo propietario del lugar– porque actuaba como su representante legal. Consideró que es una situación “de nulidad absoluta y manifiesta” que Corredera se quedara con el bien.
En su momento esa figura hizo que se inscribiera el 50% primero a nombre de Ángel Ortiz Cereceda y después, a su muerte, a nombre de los herederos.
Marina Álvarez señala que esa nulidad absoluta de la compraventa es la que llevó a la inscripción de ese 50% primero a nombre de Ángel Ortiz Cereceda y después, a su muerte, a nombre de sus herederos.
“Posesión ilegítima”
La jueza se basó en un fallo de 2008 donde se establecía que se declaraba la “nulidad absoluta de la operación por la cual el actual poseedor compraba el 50% de la propiedad a Ángel Ortiz Cereceda”.
Con esa decisión judicial este recuperó su condición de titular dominial de ese 50%. Cuando falleció quedó en manos de sus hijos, que lo inscribieron el 16,66% para cada uno”.
Consideró la jueza Álvarez –en voto al que adhirió Guillermo Salas– que eso hacía que la posesión de Antonio Corredera fuera “ilegítima” por lo que debe desalojar el lugar y ser entregado a los Ortiz.
Recurso extraordinario.
No obstante es una medida que no se dará de inmediato, porque todavía hay instancias a las que Corredera puede recurrir, y es lo que anunció su abogada Rosa Arosteguichar. Si se hace lugar al recurso extraordinario, sería el Superior Tribunal el que tendrá la última palabra.
Todo este contexto resulta en una gran preocupación para los empleados de La Recova, muchos de ellos con muchos años de servicio, –mozos y personal de cocina– que ven peligrar su fuente de trabajo. Cabe recordar que ya tuvieron otros momentos de zozobra, cuando la confitería permaneció cerrada por más de dos años; y también la pandemia fue otra época de angustia para los trabajadores.
La saga promete continuar en los estrados judiciales. Este round es para los Ortiz, pero habrá que seguir de cerca la causa.