viernes 8, noviembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

La historia de la joven pampeana que cuida un caballo domado para andar y ganó por 10 cuerpos en Palermo (*)

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Un incendio, una doma y estreno tardíos, la muerte del primer domador, el entrenamiento de una joven de 18 años y un contundente triunfo por 10 cuerpos debutando en Palermo, bien podrían tratarse de distintos capítulos de una historia que tiene al caballo South Men como principal protagonista y que tranquilamente sería una exitosa serie en cualquier plataforma.





Afortunadamente, se trata de una historia con final feliz, porque el hijo de South Kissing debutó a los 6 años con un contundente éxito por 10 cuerpos en el kilómetro del hipódromo de Palermo y completó el círculo para quienes formaron parte de un relato que no arrancó nada bien.

“En un incendio se nos quemó el garaje donde estaba la documentación de Menodora, la madre de South Men, una yegua que compramos para correr en la calle y se lesionó. Y ahí perdimos las esperanzas de correrlo como puro, porque creímos que no íbamos a poder hacerle los papeles. Por eso se domó de grande, a los 4 años, y por iniciativa de Tito Romero y el chileno Guevara, quienes un día en el club del pueblo decidieron que iban a domarlo para caballo de andar”, cuenta Martín Zaikoski, hijo de Carlos Javier, propietario y criador del ejemplar que, además, vio interrumpida la doma por la muerte de Romero.

En este capítulo de la historia cobraron protagonismo Camila Ramos y su papá Daniel, alias “El Negro”, quien terminó de domar al ejemplar -y hoy también lo varea-, que precisamente no era dotado físicamente, sino más bien “el patito feo” del cuento.

Tras terminar con la etapa de doma, los Ramos le vieron condiciones al nieto materno de Put It Back y le hicieron cambiar de idea a su propietario y criador, en vez de domarlo para su hijo Benjamín, lo amansaron para correrlo en las cuadreras.

Una vez domado el ejemplar, es Camila Ramos quien adquiere relevancia en esta increíble historia, y porque es ella quien, con apenas 17 años, volcó toda su dedicación al entrenamiento de Don Tito, nombre con el que South Men afrontaría su campaña cuadrera y homenaje a aquel domador que le dio los primeros galopes.

Camila todavía cursa y cursaba por entonces sus estudios secundarios en el Colegio Olga Cosettini de Guatraché (La Pampa) y debió organizar su vida para varear a Don Tito en esa recta larga de 1100 metros al costado de la ruta: “Me levantaba a las 5 de la mañana para entrenarlo, de 8 a 13 iba al colegio, y después volvía al stud para seguir trabajando”, recuerda la joven que en 2018 arrancó con su pasión por el entrenamiento y en 2021 ganó su primera carrera con la yegua “Flaquita”, sobre 600 metros, en Puán (provincia de Buenos Aires).

Don Tito debutó a los 5 años, en junio de 2023, con un 2º sobre 450 metros en Tornquist y tres meses después, el 24 de septiembre, logró su primera victoria en el mismo escenario y en igual distancia. Después sumó otro éxito en Doblas (La Pampa) sobre 700 metros. Luego y tras una pausa, volvió victorioso en ese mismo escenario el 12 de mayo, esta vez sobre 800 metros.

Tras esa victoria y una vez que los Zaikoski lograron terminar con el trámite de la documentación de South Men -la oportuna denuncia de nacimiento y el intercambio de mails con Stud Book fueron de vital ayuda- nació una ilusión aún mayor para el sangre pura y todo su entorno -el veterinario Alberto Contard también es parte fundamental del equipo-, y fue el de debutarlo oficialmente en Palermo, escenario al que, además, Camila viajó por primera vez y para cumplir con un sueño que varias veces se le presentó en las apacibles noches guatrachenses:

“Salió todo perfecto. El caballo llegó el jueves a Palermo y yo viajé el día de la carrera. Estuve muy nerviosa en la previa, pero cuando lo vi ganar de la manera que lo hizo, me puse a llorar”, confiesa la joven que por cábala no les contó ni a sus familiares que su pupilo iba a correr en uno de los principales hipódromos de la Argentina.

Pero las redes sociales hicieron lo suyo y toda Guatraché se enteró que South Men, el caballo del pueblo de esta maravillosa historia, había vencido por 10 cuerpos: “Hasta pensaron a irnos a esperar a la entrada del pueblo, pero finalmente no lo hicieron porque no se sabía a qué hora llegábamos. Y el lunes cuando fui al colegio, mis compañeros de clase me aplaudieron. Fue una emoción muy grande. Hasta gente que no conozco me saludó por la calle”, cuenta Camila sobre el recibimiento que le dieron en la comuna de 5.000 habitantes, tras la resonante victoria.

Obviamente y como se estila tras ganar una carrera, el domingo hubo asado de festejo en la casa de los Ramos y allí estuvieron papá Daniel, mamá Gabriela, Camila, su melliza Débora y su hermana mayor Candela.

Ese fue el final feliz de una historia que arrancó mal, pero que la unión de voluntades que se encolumnaron detrás de un mismo sueño, posibilitó que South Men, un sangre pura de carrera que fue domado para caballo de andar, superara todos los inconvenientes; debutara ganando en Palermo y se convirtiera en el tema de conversación de toda una ciudad.

(*) Revista Palermo

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