La científica pampeana Ana Sol Peinetti reconoció que actualmente «la situación está muy complicada para la ciencia, la educación pública y la salud pública» en Argentina, y hay científicos e investigadores «muy importantes» que están emigrando a países que garantizan estabilidad laboral y financiamiento para sus trabajos. La entrevistada indicó que algunos de sus proyectos de investigación están avanzando porque cuentan con financiamiento internacional, porque consideró que el gobierno de Javier Milei tiene «una decisión política de no apoyar a la ciencia». Y ejemplificó que actualmente los becarios «están buscando otras alternativas porque no ven posible dedicarse a la ciencia».
La piquense fue la primera científica repatriada, en la anterior gestión gubernamental, con la reimplementación del programa Raíces del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Nación, y -en noviembre de 2021- recibió el premio nacional L’Oreal-Unesco en la categoría Beca, por su investigación sobre un test rápido que permita la detección de variantes de coronavirus. Actualmente está preocupada: «No me esperaba algo tan fuerte y tan difícil en tan poco tiempo».
«En muy poco tiempo -explicó la química- hemos llegado a una situación muy complicada en todos los frentes de la ciencia, que son recursos humanos, la disminución de las becas que es el sueldo de la gente que trabaja en esto, hasta los subsidios de los proyectos que están totalmente paralizados desde hace nueve o diez meses, y también está totalmente paralizado el organismo central que da esos subsidios para trabajar diariamente en los laboratorios en toda la Argentina y en todos los temas».
«Estuve tres años en Estados Unidos trabajando en desarrollo de métodos de detección y diagnóstico de enfermedades infecciosas, y actualmente estamos con el laboratorio abierto gracias a una financiación que nos ingresó antes de octubre del año pasado y este año fue un poco subsistir. Algunos tenemos la suerte de tener algunos subsidios del exterior que nos permite mantenernos trabajando», narró la entrevistada.
-Peinetti, Argentina es un país muy cambiante, pasamos del programa Raíces para repatriar científicos a un recorte muy profundo en ciencia y tecnología…
-Sí, es muy fuerte. Lo que pasa ahora es una decisión política de no apoyar a la ciencia. Esto preocupa porque afecta a la ciencia, la educación y la salud pública, que para mí es una de las cosas más grande que tiene Argentina. Sentía, siento y seguiré sintiendo que es algo que está en el ser argentino, que son cosas muy fuertes que debemos mantener y sostener. En este último tiempo, ver atacado eso, es bastante doloroso.
-Hoy a la ciencia se la ataca desde el financiamiento, pero tanto o más preocupante es el ataque discursivo para desprestigiar la actividad.
-Sí, totalmente. Eso hace más dolorosa todavía la situación. Hay un desprestigio hacia lo que hacemos, al esfuerzo que hacemos, el valor que tiene el trabajo para la educación y la ciencia, que son los pilares de una sociedad para seguir avanzando.
-¿O sea que hoy está trabajando porque cuenta con proyectos financiados desde el exterior?
-Tengo algunos proyectos que tienen financiamiento internacional, y otros que no. Pero, sí, tenemos la suerte de por ahora tener ayuda internacional.
-¿Y momentáneamente se queda en el país?
-Sí, por ahora…tratando siempre de luchar y seguir adelante con esas ayudas de afuera que nos permiten respirar un poco, y podemos seguir luchando. Somos afortunados. Pero hay muchos grupos muy buenos, e investigadores muy buenos que fueron repatriados que están pensando o tomaron los cargos que les ofrecieron en el exterior. Duele ver cómo impacta esto tan rápidamente en los recursos humanos. Desde los becarios que están buscando otras opciones porque no ven posible dedicarse a la ciencia, gente que vino de afuera con un montón de recursos y se está yendo en nueve o diez meses, es todo muy triste
-Leí que hay muchos investigadores que están emigrando al extranjero e incluso desde algunos medios periodísticos se plantea ya una nueva fuga de cerebros.
-Leí algunos casos y conozco varios de la Facultad de Exactas de la UBA, donde estoy trabajando, que hay gente que apostó a volver al país hace relativamente poco tiempo y tienen muchas ofertas para trabajar en el extranjero. Uno también puede irse afuera para trabajar, pero apuesta a ayudar al país desde la ciencia. Pero, si no tenemos los recursos nos sentimos ahogados, sin posibilidades de avanzar y en otros países se apuesta hasta para llevar argentinos para desarrollar la ciencia. En los países más desarrollados y ricos, la ciencia es muy relevante y ponen mucho dinero para desarrollar las investigaciones. Y sí, es cierto que hay gente que se está yendo en solo nueve o diez meses, y si esto sigue con estas perspectivas será más profundo, pero esperamos que empiecen a liberar fondos, porque hay préstamos del BID para desarrollar la ciencia, pero hay una decisión de no usarla.
-¿Cuál es la lógica, si hay algo lógico, en esta postura del gobierno de Javier Milei?
-Ahí me mataste, porque no le encuentro lógica…no podría contestar esa pregunta. Siento que el pueblo argentino considera que la ciencia, la educación y la salud pública son ejes fundamentales que nos definen como argentinos, y ver que pasan estas cosas, duelen. Tenemos que defenderlo, para que no sigamos el camino de estos últimos 10 meses.
-Y pese a todas estas adversidades la UBA se mantiene entre las universidades más prestigiosas de Latinoamérica.
-Sí, tenemos que defenderla, porque es pública, gratuita y de alta calidad. No podemos dejar que nos lleven puestos, porque es uno de los recursos más grandes y una de las fuentes más grandes que tiene Argentina como país. Hay que defender la educación, defender la salud pública que no estamos acostumbrados porque siempre existió, pero la debemos defender.