Según un relevamiento de la ONG Caminando Fronteras, el año presentó un promedio de 30 muertes diarias entre los inmigrantes que intentaron llegar a los territorios españoles. La mayoría de las víctimas son de países africanos.
A lo largo de 2024, se estima que al menos 10.457 inmigrantes murieron o desaparecieron al intentar llegar a España a través del océano Atlántico o el mar Mediterráneo. La información proviene del informe “Derecho a la Vida 2024”, publicado por la ONG Caminando Fronteras.
Para el balance, la organización española utilizó estadísticas oficiales de rescates, junto con pedidos de auxilio de los inmigrantes e historias de familiares de desaparecidos o fallecidos.
El documento señala un promedio de 30 muertes por día durante el período, identificado como el más mortal jamás registrado. Entre las víctimas se encuentran 421 mujeres y 1.538 niñas, niños y adolescentes. El índice es aproximadamente un 58% superior al observado en 2023, que registró 18 muertes.
Con más de nueve mil muertes, la ruta del Atlántico, que va desde el noroeste del continente africano hasta el territorio español de las Islas Canarias, fue identificada como la más letal entre los caminos utilizados. Este trayecto tiene a Mauritania, país de la región subsahariana del continente africano, como principal punto de partida hacia las Islas Canarias, territorio perteneciente a España.
En el mar Mediterráneo, situado entre los continentes de Europa, Asia y África, la ruta argelina fue el segundo camino más peligroso, con un registro de 517 víctimas. El estrecho de Gibraltar, paso marítimo del Mediterráneo interconectado con el Atlántico, totalizó 110 muertes.
Según el estudio, la mayoría de las víctimas provienen de países africanos, aunque también hay personas provenientes de regiones iraquíes y pakistaníes. La falta de condiciones mínimas en las embarcaciones y la ausencia de rescates se encuentran entre las principales causas de las muertes.
