Costa Brava vencía 1 a 0 a la Comisión de Actividades Infantiles (CAI) de Comodoro Rivadavia, en el estadio de Sol de Mayo en Viedma, y el partido se suspendió por agresiones al árbitro. El único tanto del partido lo marcó, a los 38 minutos, el delantero Ramiro Fredes. La polémica definición convirtió, a las 20 horas, a Costa Brava en tendencia en la red social X.
Los incidentes se desencadenaron cuando el árbitro Marcos Santos (Chañar Ladeado), sancionó un penal para los pampeanos, después de una falta contra Lautaro Ibarra. Ahí comenzó el tumulto, con los jugadores de la CAI avalanzados sobre la terna arbitral –compuesta también por Nahuel Fogliatti y Edgardo Riccitelli-, y con los hinchas arrojando proyectiles al campo de juego.
Los colegiados se tuvieron que retirar del campo del juego escoltados por la policía. Extraoficialmente se indicó que el partido de daba por concluido porque, en los incidentes seis jugadores de la CAI fueron expulsados y quedaba en inferioridad numérica.
Los piquenses durante los minutos disputados, fueron claramente superiores a los comodorenses. El equipo costero fue el que mostró más actitud y variantes ofensivas, y recién lo logró plasmar en el marcador a los 38 minutos, con un cabezazo de Ramiro Fredes que venció al arquero.
El partido se paralizó a los 43 minutos, cuando sancionar el penal para los pampeanos. Ahí se generaron los incidentes, y transcurrieron varios minutos para que se desate el festejo de los jugadores, cuerpo técnico e hinchas costeros, que viajaron en gran número a Viedma, porque alcanzaron el anhelado ascenso a la tercera categoría del fútbol argentino.
